En diciembre pasado, la actriz protagonizó un impasse con una trabajadora del lugar.
La parte acusadora determinó que no había evidencias suficientes.
Los fiscales anunciaron el pasado martes que no buscarán imputarle cargos a la actriz Lindsay Lohan por un altercado ocurrido en diciembre con la trabajadora de un centro de rehabilitación para adictos.
El vocero del fiscal de distrito del condado de Riverside, John Hall, dijo que la parte acusadora determinó que no había evidencias suficientes para sustentar las acusaciones de agresión no agravada que se imputarían a la actriz.
La policía recibió una llamada telefónica de una instalación del Centro Betty Ford en Palm Desert aproximadamente a la 01:00 horas del 12 de diciembre, después de que una trabajadora acusó a Lohan de haberla herido durante un altercado.
La empleada, Dawn Holland, habló después sobre el incidente en entrevista con el sitio de espectáculos TMZ, y fue despedida por violar los reglamentos sobre confidencialidad de los pacientes.
Lohan estaba cerca del final de su internamiento de tres meses para rehabilitación, ordenado por una corte, después de violar su libertad condicional a raíz de un caso en que se le sorprendió conduciendo en estado de ebriedad en el 2007.
Los fiscales habían buscado que se ampliara la investigación por parte de las agencias policiales que respondieron al llamado, pero a fin de cuentas encontraron que no había evidencia suficiente para presentar cargos.
La protagonista de la película "Mean girls" enfrenta un caso mucho más grave en Los Angeles, donde está acusada de robo mayor después de que una joyería afirmó que se llevó sin autorización un collar con valor de 2.500 dólares.
