"Cuando uno va a otros países y ve esas cosas como el homenaje a Belmondo de Francia, te sientes un poco 'dejaíllo' de la mano de Dios", expresó el actor español.
Penélope Cruz y Antonio Banderas presentaron en el Festival español de cine de San Sebastián la película "Competencia oficial", de los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn, y hablaron sobre la cinta de comedia y también sobre la cultura en España.
En la película, Cruz se transforma en una directora de cine más cercana a una artista plástica, explicó Duprat, tan disparatada en sus métodos como es su look: "Esa mujer entra por la puerta y tu ya quieres salir corriendo".
Banderas interpreta a uno de los mejores actores del momento, con un ego impresionante. La película lleva al extremo las manías o los caprichos de las estrellas, algo en lo que ninguno se reconoció.
Aunque Banderas bromeó con que "no eran cosas tan exageradas", defendió que los directores argentinos "siempre encuentran el punto ridículo" y aplaudió su capacidad para reírse de ello.
Asimismo, ambos actores se refirieron a si España protege a su cultura. Según Cruz, "va por temporadas, depende quién esté ahí en ese momento" y que su profesión es "muy cambiante" pero que "como todas las demás, necesita sus apoyos".
Por su parte, Banderas expresó que "a veces los actores nos hemos sentido usados" y mencionó que en las últimas elecciones generales en su país "en los debates de televisión no hubo ni una palabra dedicada a la cultura: ni cine, ni teatro, ni de pintura, ni de literatura, ni de nada. Cuando uno va a otros países y ve esas cosas como el homenaje a Belmondo de Francia, te sientes un poco 'dejaíllo' de la mano de Dios".
