La prensa británica señaló que el ex The Beatles pretende a toda costa que su ex pareja suscriba un acuerdo para no divulgar secretos del fracasado matrimonio.
El artista junto a U2 en el Live 8
Una cláusula de confidencialidad propuesta por Paul McCartney es, según varios medios británicos, el principal escollo para que el músico llegue a un acuerdo definitivo en la batalla con su ex mujer, Heather Mills.
El ex Beatles, de 65 años, y la ex modelo, de 39, que se casaron en junio de 2002, se separaron de hecho en mayo del año pasado.
Según fuentes periodísticas, el músico tendrá que pagar a su ex mujer unas 50 millones de libras (más de 50.404 millones de pesos) de una fortuna total calculada en 825 millones de libras (unos 830.718 millones de pesos).
Esa suma se compondría de un pago único de entre 30 y 35 millones de libras (entre 30.198 millones y 35.229 millones de pesos) y de pagos anuales para la manutención de la hija de ambos (de tres años), Beatrice, en condiciones todavía por acordar.
McCartney exige en cualquier caso como contrapartida total confidencialidad mientras que Mills quiere tener libertad para hablar de las condiciones del divorcio y del fracasado matrimonio.
"Paul es un hombre al que le gusta la privacidad y es muy probable que insista en una cláusula de confidencialidad. Pero Heather seguramente no querrá verse atada de esa manera", dijo un cercano a la pareja al Daily Mirror.
En su comparecencia del jueves ante un tribunal londinense, Heather Mills trató de evitar a la prensa mientras que el músico se limitó a sonreír y hacer con la mano un gesto de saludo a los fotógrafos.
Aunque, McCartney y Mills están aún bastante lejos de un posible acuerdo, los expertos en casos de divorcio no creen que la sangre llegue al río y vaya a haber una vista pública.
A ninguno de los dos les interesa que se salgan a la luz pública comentarios negativos sobre la ruptura, explican esos expertos.
Cualquier acusación que haga Heather Mills sobre el comportamiento de su ex marido durante el matrimonio puede afectar negativamente a la popularidad del ex Beatles, que es muy alta entre los británicos. (EFE)
