El artista que enfrentó una negativa para actuar en un recinto estatal venezolano lució una polera con la leyenda "Chávez sucks" en un recital que ofreció en Miami.
Vea el mensaje que Alejandro Sanz le envió a Chávez
Alejandro Sanz aprovechó un concierto en Miami para vengarse de Hugo Chávez por no permitirle hacer escala en Venezuela dentro de su gira "El tren de los momentos", momento que ya se puede ver en el portal de videos YouTube.
"Pero qué mejor que cerrar el año en Miami", dijo el hispano en su recital en el American Arlines Arena de Miami, donde encandiló a los miles de personas que asistieron entusiasmados al derroche de sonido y fuerza que llenó la noche floridana al borde de la bahía de Vizcaya.
En una situación algo improvisada y algo preparada, una muchacha se acercó al escenario y le dio una bandera venezolana cuando cantaba "Labana", la canción sobre la situación cubana.
Como cubanos y venezolanos de Miami tienen una solidaridad especial en los tiempos que corren, Sanz se colocó la bandera en el cuello, casi a modo de capa, y al final de la canción se dirigió hacia atrás, se puso una camiseta negra y la mostró al público.
La prenda contenía la frase "Chávez sucks (Chávez apesta)", una burla grosera al presidente venezolano, pero que fue largamente aplaudida.
Sanz estuvo cerca de dos horas sobre el escenario, con temas de su úñtimo trabajo, pero también con sus grandes éxitos de siempre, como "Quisiera ser", "Cuando nadie me ve" o "Corazón partío".
Según la prensa internacional, se le vio "algo más grueso, pero feliz, lejos de acordarse que en febrero aún tendrá el complicado juicio de su demanda a dos empleados despedidos de su casa en Miami".
En octubre pasado, Caracas publicó un comunicado en el que se ratificaba la celebración de diversos eventos en el Poliedro -recinto ahora bajo control del Estado-, pero que se suspendían dos, uno de ellos un recital de Alejandro Sanz.
En la nota se alegaban motivos de seguridad pero el hecho se relacionó rápidamente con unas declaraciones de Alejandro Sanz hechas en su última visita a Venezuela, en 2004.
En aquella ocasión, preguntado acerca de Chávez, Sanz dijo: "No me gusta", y agregó que "tampoco me gustan los (gobernantes) de otros sitios, y el mío tampoco me parece que lo haya hecho muy bien".
"No vengo a hacer revolución, vine a cantar. Pero si pudiera escribir una canción al país, se llamaría tres millones de firmas", señaló en referencia al número requerido para la celebración de un referendo revocatorio del mandato del presidente venezolano. (Agencias)
