La artista realizó un show cargado a su último disco y reversionó algunos de sus hits.
En la hora y 40 minutos de presentación, además de cantar tocó varias veces el dulcemir.
La cantante Cyndi Lauper desplegó la noche del sábado su aún notable registro vocal en el concierto que realizó ante más de tres mil personas en el Teatro Caupolicán.
Fue un show de una hora y 40 minutos, en los que el grueso de los 16 temas que puso en escena correspondió a canciones de su disco "Memphis blues", con una banda de cinco integrantes que sabían hacer su trabajo.
Para dejar en claro que se encuentra en una nueva etapa y tras saludar brevemente en castellano, se lanzó con "Just Your Fool" y "Shattered dreams", de su álbum en cuestión.
El público aplaudió la propuesta y estalló una ovación cuando ya en el tercer tema de la noche reversionó "She bop", hacia un lado menos pop y más blues.
También sonaron "Early in the Mornin", "Romance in the Dark", "Down Don't Bother Me", "Don't Cry No More", y "Crossroads" en un espectáculo donde al igual que en 2008, se mostró cercana y cordial al público.
A diferencia de aquella vez en que actuó descalza tras azotarlos contra el piso, ahora se le vio de zapatillas, pantalón y chaqueta negra, pero nuevamente en su estilo de actuar sin barreras de contención.
Se dejó acariciar, tomar de la mano, pero también puso su reglas cada vez que alguién logró trepar al escenario: un saludo y de regreso al sector de donde provino.
La gente respondió bien a su nuevo espectáculo, pero aplaudio a rabiar a la hora de clasicos como "All throught the night", "Gonnies", "Chance of heart", "Girls just want to have fun" y "Time after time".
De carácterElla como directora y dueña del show fue monitoreando paso a paso y reclamó con señas y frases entremedio de las canciones, cuando la ecualiación no le parecía que era de las mejores o le faltaba potencia a la amplificación de algún instrumento.
Eso no la sacó de sus casillas, ni mucho menos los halagos del público al que respondió con varios "I love you too" y se negó a entregarles el pañuelo con que secó su rostro indicando que estaba enferma; quizás por lo mismo cada tanto, hidrataba su cara y aprovechaba de mojar al público en una especie de ritual.
A cambio les regaló frases como en castellano como "mucho amor para ustedes", antes de tocar en solitario "True colors", con ella en el instrumento de cuerdas dulcemir, en tono intimista, para luego marcharse con un "hasta la vista baby".
