La actriz criticó el comportamiento de la institución religiosa.
"Creo que si realmente no reacciona, se va a quedar sola", dijo en Cooperativa.
La actriz Claudia di Girólamo protagonizará la próxima teleserie de Chilevisión "La Quintrala", una producción que entre otras cosas muestra la Inquisición hecha por la Iglesia Católica, algo que según la artista "hoy día también podríamos decir que existe".
Aunque aseguró que "ahora están más suavecitos porque se les vino un tsunami encima", la actriz criticó la poca tolerancia que demuestran y dio como ejemplo que el cardenal "Medina condene a los homosexuales".
"Me parece que la Iglesia no ha demostrado ir con los tiempos", señaló en Una Nueva Mañana, agregando que "es pretenciosa en tratar de decir o dictar una serie de reglas o de comportamientos, no sólo para nosotros que somos ciudadanos comunes y corrientes, sino que sobretodo a las personas que viven bajo su alero, sus feligreses".
"Se mete en las camas de las personas, lo que me parece una falta de respeto enorme. En términos de conductas sexuales me parece que están tremendamente atrasados, rechazan la píldora del día después, rechaza el condón", cuestionó la artista.
"Realmente está atrasada y yo creo que si realmente no reacciona, se va a quedar sola", sentenció.
La actriz explicó que su vínculo con la iglesia es por su familia y su lazo es con la Vicaría de la Solidaridad, por lo que "no concibo esta otra iglesia que comencé a conocer después y que me parece una aberración y tremendamente violenta".
"Yo no se si lo que ha pasado con la iglesia y después de la carta de los obispos pidiendo perdón, realmente exista la posibilidad de un cambio real, creo que el cambio real debería venir en personas como Medina, en personas que tiene un real poder sobre la conciencia y vida de nuevos sacerdotes, ahí esta el cambio profundo", dijo.
La actriz está dirigiendo la obra "Soy tumba", donde habla de las víctimas de la dictadura que fueron lanzadas al río Mapocho, razón por la cual el estreno de la producción se realizó en este lugar.
"Es un lugar muy importante dentro de Santiago, porque para mi es una cicatriz enorme, que tiene que ver con tragedias personales y colectivas", explicando que puso la obra ahí porque "me parece una falta de respeto y tremendamente doloroso que jamás hayamos sido capaces de hablar de estos cuerpos que fueron encontrados en el río".
