Las mujeres se reunieron bajo el lema "La belleza salvará al mundo".
La agrupación, fundada en 2006, dice no tener prejuicios en recibir a chicas teñidas.
Un desfile de una treintena de chicas que acudieron a la convocatoria de la "Asociación Internacional de Rubias" causó expectación en el centro de la capital búlgara.
Aún así, el número estuvo lejos de las esperanzas de la Asociación, que pretendía batir un récord mundial al atraer al menos a mil rubias con el lema "La belleza salvará al mundo".
La convocatoria se celebró dentro del "Congreso Mundial de Rubias" en la capital, organizado por la citada asociación, cuyo objetivo es "hacer el mundo más luminoso".
La asociación, fundada en 2006 y con sede en Bulgaria, asegura que no tiene prejuicios, y acepta como rubia a cualquier chica teñida.
Las jóvenes han desfilado alrededor de dos kilómetros por el centro de la ciudad, vestidas con ropa rosa y blanca, en un ambiente festivo en el que a cada paso recibían los aplausos y el ánimo de numerosos curiosos.
"Deseamos demostrar que a pesar de la crisis económica mundial, nosotras las rubias nos apoyamos unas a otras", declaró a la Agencia EFE la presidenta de la Asociación, Olga Uskova.
Otros transeúntes no terminaban de entender el jolgorio: "Felicidades, felicidades", decía un hombre de edad madura que no conocía el motivo de la celebración pero posaba feliz ante los objetivos de los periodistas con las participantes de la marcha.
El desfile lo lideraban una chica rubia vestida como una diosa de la mitología griega y una presentadora de televisión popular en Bulgaria, Super Bianca, disfrazada de "Superwoman" con colores blanco y rosado.
"Una chica rubia vale más que mil de las demás", bromeó Madlen, para explicar por qué no se había superado el récord de participación que se pretendía.
Otra amiga agregó entre risas que "una mujer rubia siempre se distingue por su belleza y, lo más importante, por el color de su pelo".
La marcha era el broche de oro para el Congreso mundial de rubias que empezó el pasado jueves en la capital búlgara y que incluía una campaña de compras como método para curar el estrés, además de discusiones sobre temas de importancia como el lugar de la mujer en la política mundial y sus derechos, entre otros asuntos.
