Hoy la rama afgana del Estado Islámico se adjudicó el atentado del domingo pasado contra un grupo perteneciente al movimiento talibán junto a una mezquita en Kabul.
En este hecho se reportó al menos dos personas fallecidas y, según informó el grupo terrorista, se trató de un ataque suicida con explosivos.
En las redes sociales de la agencia de información de los radicales, Amaq, se afirmó que, según "fuentes militares", el atacante "logró llegar a una gran agrupación de líderes y elementos de la milicia talibán, mientras salían de uno de los lugares de luto de la milicia".
"Cruzó uno de los dos puestos de control establecidos por los milicianos para asegurar la zona, luego detonó su cinturón explosivo en el segundo de ellos, donde se encontraban un gran número de líderes y miembros de la milicia reunidos, dejando a decenas de ellos entre muertos y heridos", añadió.
El Ministerio de Interior talibán aseguró que el ataque estuvo dirigido a una aglomeración que se congregó cerca de la entrada de una mezquita en la que se celebraba una ceremonia fúnebre en memoria de la madre del principal portavoz talibán.
Sumado a este atentado, el Estado Islámico ha realizado otras acciones de este tipo en los últimos días "en varias regiones de Afganistán, que causaron graves pérdidas en las filas de la milicia", según cuenta Amaq.
Desde que los talibanes tomaron el poder de Afganistán el 15 de agosto pasado, el país ha vivido múltiples jornadas de violencia.
Uno de estos hechos de violencia dejó al menos cinco muertos el sábado pasado.
Entre las víctimas se encuentra un niño y varios talibanes de las fuerzas de seguridad. Además, dos personas resultaron heridas en un ataque en las proximidades de un mercado en la provincia oriental de Nangarhar.
