El ministro de Relaciones Exteriores canadiense, Lawrence Cannon, dijo este lunes que tiene previsto reunirse en los próximos días con los líderes de las fuerzas opositoras al líder libio Muamar el Gadafi.
Cannon, que se encuentra en París para participar en una reunión del G-8, declaró durante una conferencia de prensa emitida por la televisión canadiense que "todos" están "de acuerdo en que Gadafi se tiene que marchar".
Cannon también dijo que Canadá va a solicitar la imposición de las sanciones económicas y políticas con las que los gobiernos occidentales castigaron durante años a las autoridades libias por supuestamente patrocinar actos terroristas.
"Lo que estamos presenciando es el Gadafi de Lockerbie (Escocia)", dijo Cannon, en referencia al atentando de 1988 contra el vuelo 103 de Pan Am que causó la muerte a 270 personas.
El atentado
Dos ciudadanos libios fueron acusados por ese atentado, pero solo uno de ellos, Abdelbaset Al Megrahi, fue condenado (a cadena perpetua).
Tras recibir autorización del Gobierno autónomo escocés, Al Megrahi regresó a su país en agosto del 2009 con el argumento de que le quedaban tres meses de vida a causa de un cáncer terminal, razón por la que fue puesto en libertad y repatriado, pero un año y medio después todavía sigue vivo.
En 2002, Libia ofreció pagar miles de millones de dólares a las familias de las víctimas y en 2003 aceptó formalmente la responsabilidad civil en el atentado.
El pasado 2 de marzo, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo ante el Congreso que EE.UU. tomará "cualquier acción legal" si el Departamento de Justicia comprueba que Gadafi ordenó el atentado en Lockerbie.