El Gobierno de Sudán y los rebeldes del sur del país firmaron un acuerdo de paz que los compromete a terminar con la guerra civil que estalló en esa región en 1983.
El acuerdo fue suscrito en la capital por el vicepresidente sudanés, Ali Osman Mohammed Taha, y el líder del rebelde Ejército Popular de Liberación de Sudán (EPLS), John Garang.
Testigos de honor fueron el jefe de Estado del país anfitrión, Mwai Kibaki; y el de Uganda, Yoweri Museveni; que actúa como titular de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD en inglés), una de las organizaciones impulsoras del proceso de paz.
El jefe de Estado de Sudán, Omar Hassan el-Bashir, participó también en el acto y se colocó entre Kibaki y Museveni.
El secretario de Estado del Gpbierno de Washongton, Colin Powell, fue la primera personalidad no africana que suscribió el documento como testigo, y a él siguieron representantes de la ONU y la Unión Europea, entre otros.
Powell reiteró que Sudán "es una prioridad" para el presidente estadounidense, George W. Bush, y prometió el apoyo de su país, ya que, dijo "hay mucho por hacer".
El jefe de la diplomacia del país norteamericano se refirió también al conflicto paralelo de la región noroccidental de Darfur, que desde febrero de 2003 ha causado más de 70.000 muertos y más de un millón de desplazados. "Queremos ver desde hoy rápidas negociaciones para acabar con el conflicto de Darfur", señaló.
Festiva ceremonia
El acto concluyó con el intercambio de los documentos firmados y un apretón de manos entre Taha y Garang.
Otros testigos fueron los presidentes de Tanzania, Argelia, Ruanda, Burundi y Somalia, los primeros ministros de Etiopía y Chad, y los vicepresidentes de Sudáfrica y Nigeria.
El acto de desarrolló en un estadio de fútbol de Nairobi y fue amenizado con bailes africanos, en un ambiente de gran alegría y constantes invocaciones a Dios y a Alá.
Antes que se firmara el documento, el principal mediador, el keniano Lázaro Sumbeywo, agradeció a las partes por poner fin a la guerra más larga de Africa.
Según Sumbeywo, el acuerdo firmado -luego de tres años de negociaciones- es el resultado de la "toma de decisiones valientes" y el "liderazgo extraordinario" de ambas partes.
El conflicto armado que estalló en esa región enfrentaba al norte musulmán con los rebeldes del sur, que se levantaron en armas en 1983 cuando el régimen de Jartum impuso la "sharia" o ley islámica en todo el país, incluido el sur, donde la población es mayoritariamente animista o cristiana. (EFE)