La policía alemana confirmó que el incendio desatado en el nuevo albergue de asilados de Tröglitz, en el este del país, fue intencional, presumiblemente provocado por una o varias personas que irrumpieron anoche en las dependencias del centro que desde hace meses ha sido acosado por los neonazis.
Fuentes de la policía del estado federado de Sachsen Anhalt informaron que presuntamente se utilizó material incendiario para acelerar la difusión de las llamas, que destruyeron por completo el tejado del edificio.
El nuevo centro de asilados quedó así inutilizado para recibir a su primer contingente de 40 refugiados, cuya llegada a esta población estaba prevista para mediados de mayo.
El alcalde de Tröglitz, Markus Nierth, dimitió el pasado marzo después de que la ultraderecha convocara manifestaciones de protesta ante su domicilio familiar.
"Estoy triste e indignado. Eso colocará a Tröglitz al nivel de Mölln y Hoyerswerda", declaró el ex alcalde tras lo ocurrido, relacionándolo con la ola de ataques xenófobos de la década de los años noventa en las citadas ciudades alemanas.
Nierth, sin militancia partidaria, pero que accedió a la alcaldía respaldado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, llamó a sus conciudadanos a poner a disposición de los refugiados otras dependencias, incluidos sus hogares.
"Yo ofrezco para este fin 150 metros cuadrados", añadió Nierth, quien al dejar su cargo explicó que lo hacía para proteger a su familia del acoso neonazi, al tiempo que lamentaba sentirse poco respaldado desde el ámbito político.
Alemania recibió en 2014 más de 200.000 solicitantes de asilo, una cifra récord, y se espera que este año se superen las 250.000.
Los poderes locales han advertido que están desbordados, mientras en distintos puntos del país se han sucedido las protestas contra dependencias de refugiados ya existentes o en construcción.
Para el centro de refugiados de Tröglitz se habilitó un edificio en desuso desde hacía años y se renovó completamente el techo.