Siete de las 17 centrales atómicas de Alemania presentan niveles de seguridad bajos en caso de terremoto, inundación, corte eléctrico o ataque terrorista, según un informe de la Comisión de Seguridad Nuclear (RSK) presentado este martes.
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El ministro del Medio Ambiente, Norbert Röttgen, afirmó que el "apagón nuclear" debe hacerse con rapidez. (Foto: EFE)
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Las centrales más antiguas del país -las que se cerraron de forma preventiva tras el accidente de Fukushima- son las que peor puntúan en este análisis, al obtener el nivel de seguridad más bajo de los establecidos, el grado uno.
Cuatro plantas no alcanzan ni siquiera ese nivel mínimo, quedando de facto en un grado cero.
Las otras 10 centrales, por su parte, lograron una calificación media de grado dos, aunque ninguna obtuvo en todas las categorías este nivel, y ninguna alcanzó la máxima categoría de seguridad trazada por el informe de la RSK.
El ministro de Medio Ambiente alemán, Norbert Röttgen, evitó señalar en la presentación del informe que las centrales atómicas con peores resultados, las construidas antes de 1980, vayan a ser clausuradas permanentemente cuando concluya la moratoria de tres meses que se les impuso para su revisión tras la catástrofe de Fukushima.
"Apagón nuclear"
Con estos resultados en la mano, y en línea con lo apuntado previamente a nivel político, Röttgen concluyó que el "apagón nuclear" debe realizarse "tan rápido como sea razonable", aunque no apuntó un calendario concreto.
"Debemos encontrar una forma de abandonar la energía atómica tan rápido como sea razonable", destacó Röttgen como una de las conclusiones fundamentales del informe, pero matizó acto seguido que también queda patente en el documento que el "apagón nuclear" no puede ejecutarse "de forma inmediata".
Röttgen agregó que Alemania debería buscar fuentes de energía "más interesantes" y "seguras", en referencia a las renovables, y resaltó que los resultados obtenidos del examen de riesgos por las centrales nucleares del país han sido "muy diferenciados".