La paralización por falta de capital complica los planes de Buenos Aires de evitar que se repita la crisis de 2004 a raíz de la fuerte demanda gas, lo que obligó a racionar la exportación a Chile.
La extensión del gasoducto San Martín, en el sur de Argentina que es operado por una empresa de capital brasileño y estadounidense, está frenada, ya que el costo de las obras es mayor al previsto, según informó el diario local El Cronista.
Las ofertas de los dos consorcios argentino-brasileños que optan a adjudicarse las obras superan entre 40 y 50 millones de dólares a la cifra presupuestada, indicó el periódico, que citó fuentes vinculadas al proyecto.
Esto complica los planes del Gobierno argentino para evitar que se repita la crisis energética desatada el año 2004 a raíz de un fuerte aumento de la demanda de gas, problema que obligó a racionar la exportación del hidrocarburo a Chile.
El gasoducto San Martín es operado por Transportadora de Gas del Sur (TGS), firma controlada por una sociedad entre la brasileña Petrobras Energía y la estadounidense Enron, que ya debería haber elegido al consorcio encargado de las obras de ampliación.
En este sentido, las fuentes señalaron que TGS pidió al Gobierno que medie ante las constructoras o defina los pasos a seguir.
Las obras, cuyo costo se calculó en unos 285 millones de dólares, serán financiadas por un fideicomiso integrado con créditos del Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDE) brasileño, fondos de TGS, del Estado argentino y de un grupo de petroleras extranjeras.
La ampliación del gasoducto San Martín, que une los yacimientos del sur de Argentina con Buenos Aires, fue acordada en noviembre de 2004, al cabo de tres meses de negociaciones entre Buenos Aires y TGS.
Las obras apuntan a aumentar la capacidad de este gasoducto en 2,9 millones de metros cúbicos diarios de gas natural para atender la demanda de las industrias instaladas en Buenos Aires y sus alrededores. (EFE)
