Miembros de la Defensa Civil, policías y bomberos iniciaron las tareas de rescate de los restos de los 22 muertos por la caída de un avión comercial en una apartada zona de la Patagonia argentina, informó la aerolínea.
Los
equipos "continúan trabajando en la zona realizando tareas de rescate de los cuerpos", indica un comunicado de la compañía argentina Sol, que operaba la aeronave estrellada en un inhóspito paraje de la provincia sureña de Río Negro.
El avión, un SAAB 340 con capacidad para 34 pasajeros, cayó a tierra en la noche de este miércoles en la zona del paraje Prahuaniyeu, vecino a la ciudad de Los Menucos, cuando volaba a muy baja altura, según testigos.
El accidente, que en principio se atribuye a la acumulación de hielo en las alas y alerones del avión, le costó la vida a 19 pasajeros, entre ellos una joven de 20 años y su bebé de 10 meses, y tres tripulantes de la aerolínea, que resolvió suspender sus vuelos en el sur del país.
De todas formas, la empresa aclaró en el comunicado que, "ante algunos trascendidos inexactos y falsos, la empresa reitera que hasta el momento no existe evidencia alguna sobre las causas del siniestro que será investigado oportunamente por la Junta de Accidentes de la Administración Nacional de Aviación Civil".
"Es imprudente hablar de las causas de esta tragedia: hay que esperar las pericias técnicas tanto de la Junta de Accidentes Aeronáuticos como de SAAB, la fabricante sueca del avión", subrayó a los periodistas Carlos Rinzelli, directivo del sindicato de pilotos.
"Habrá que esperar al menos dos meses para tener un juicio certero de lo ocurrido. Hay que ver las circunstancias. Los aviones que están volando cumplen con todas medidas de seguridad", aseguró el sindicalista.
A la zona del accidente también acudieron la alcaldesa de Los Menucos, Mabel Yahuar, y funcionarios del municipio, quienes comprobaron que no hubo sobrevivientes y que los restos del avión y de los pasajeros estaban completamente carbonizados.