Desde México, el renunciado presidente de Bolivia pidió garantías para regresar a La Paz.
El gobierno interino acusa a Morales de "sedición y terrorismo".
El ex presidente de Bolivia Evo Morales dijo que la prioridad en su país es celebrar nuevas elecciones, aunque él no participe en ellas, al tiempo que rechazó las acusaciones de "sedición" y pidió garantías para regresar -desde México- a La Paz.
"Nos robaron el proceso de cambio por ahora, pero estamos seguros de que esto se recupera. Por ahora (es necesario) sólo garantizar las nuevas elecciones. Y si fuera necesario con otros actores políticos", dijo Morales en una entrevista con Radio Francia Internacional.
Desde México, donde recibió el asilo político, Morales rechazó además la acusación del gobierno provisional, que lo denunció penalmente por "sedición y terrorismo", a raíz de un presunto llamado del renunciado presidente a cercar La Paz mediante bloqueos, de acuerdo a un audio difundido por la actual autoridad.
"Inventan procesos, acusaciones de terrorismo, de sedición, sin embargo, el pueblo unido, organizado, seguirá movilizado, lo estoy escuchando, lo estoy viendo, para el bien de la democracia y fundamentalmente para defender la vida. Con tantos muertos, sabe la comunidad internacional que hay una masacre. Hay delitos de lesa humanidad, por tanto no puede haber impunidad", agregó.
Morales deploró por otro lado la represión policial: "La derecha tiene que parar a sus grupos violentos. Ni la policía ni las Fuerzas Armadas deben mancharse con la sangre del pueblo. Las armas no deben ser usadas contra el pueblo, son para defender la patria. Lamento que tanto esfuerzo para equipar a las fuerzas armadas se use contra el pueblo", sostuvo a RFI.
En cuanto a un eventual regreso a Bolivia, Morales lo condicionó a garantías: "Si no hay garantías del gobierno de facto, serán garantías de la comunidad internacional".
