Indígenas bolivianos marcharán contra corredor bioceánico que unirá Brasil y Chile
Etnias se oponen a un tramo del proyecto que cruza una reserva natural.
Exigen el gobierno una consulta para aprobar o no la ruta.
Etnias se oponen a un tramo del proyecto que cruza una reserva natural.
Exigen el gobierno una consulta para aprobar o no la ruta.
Los indígenas del altiplano boliviano anunciaron que se sumarán a los grupos de la Amazonía que marcharán desde esa región hacia La Paz contra la construcción del corredor bioceánico que unirá los puertos de Santos, en Brasil, con Iquique, en Chile; ya que atravesará una reserva natural.
El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu (Conamaq) que agrupa a los aimaras, la etnia del presidente Evo Morales, decidió sumarse a la protesta de los 34 pueblos amazónicos para pedir "respeto a los derechos de los indígenas reconocidos en la Constitución", dijo uno de sus dirigentes, Rafael Quispe.
La marcha partirá el próximo lunes 15 desde la ciudad amazónica de Trinidad (noreste) y pretende recorrer más de 500 kilómetros hasta La Paz, en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), situado en el centro del país.
Quispe exigió al gobierno boliviano respetar el derecho a que se consulte a los indígenas si aceptan o no el proyecto, según lo indicado en la Constitución promovida por Morales y vigente desde 2009.
El mandatario nacionalista e indigenista anunció que consultará a las etnias, pero no frenará la construcción de la carretera, cuya entrega está prevista para 2014, lo que provocó críticas de los indígenas y de sectores ecologistas.
Morales inauguró en junio pasado la construcción de la vía que tendrá más de 300 kilómetros, será realizada por la empresa brasileña OAS y demandará una inversión de 415 millones de dólares, de los que 332 millones son financiados por Brasil. Esta infraestructura formará parte del corredor planeado para conectar el Oceáno Atlántico con el Pacifico.
Las etnias que viven en la reserva natural y la Amazonía temen que el proyecto provoque la invasión de colonos, la deforestación y destrucción de la biodiversidad y la expansión de cultivos ilegales de hoja de coca, dijo el presidente de la Confederación de los Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia, Adolfo Chávez.
La reserva es habitada por unas 7.000 personas, distribuidas en 53 comunidades indígenas y 80 asentamientos de colonos, y tiene 714 especies de fauna y más de 400 de flora, aunque se estima que hay otras 3.000 especies de plantas que aún no han sido registradas.
Las autoridades aseguran que la marcha de los indígenas es injustificada y promovida por organizaciones no gubernamentales con fines "políticos", lo que rechazan las etnias.