Rescatistas trabajan en zona devastada por "Katrina" y temen al menos 50 muertos

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Autor: Cooperativa.cl

Los estados de Mississipi, Lousiana y Alabama concentran los mayores daños en EE.UU., tras el paso del huracán.

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El rastro de caos y destrucción que el huracán "Katrina" sembró a su paso por los sureños estados estadounidenses de Mississipi, Louisiana y Alabama, dio paso a las labores de los equipos de emergencia, que impotentes, se concentran en la búsqueda de las víctimas, cuando el número de muertos se teme que sobrepase la cincuentena.

 

A pesar de que la evacuación de Nueva Orleans (Louisiana) y el inesperado giro en el último momento del huracán, que no golpeó con toda su furia la ciudad, pudieron disminuir en esa zona los mortales efectos de "Katrina", en las localidades costeras de Mississipi el resultado fue devastador.

 

Al menos 50 personas perdieron la vida al derrumbarse el edificio en el que se guarecían del huracán en la localidad costera de Biloxi (Mississipi), según informó una portavoz de la Cruz Roja estadounidense.

 

Según explicó María Yabrudi, desde Oceans Spring, distante cuatro kilómetros del lugar de los hechos, el edificio de departamentos que ocupaban no resistió la fuerza de los vientos huracanados, que concentraron su devastador efecto sobre esta zona costera, de las más dañadas por el paso de "Katrina".

 

En el estado de Mississipi, añadió la citada portavoz, otras tres personas murieron por la caída de árboles y al menos dos automovilistas perecieron en accidentes de tráfico.

 

Yabrudi reconoció que los equipos de emergencia se han visto desbordados e impotentes y contemplan cómo muchas personas que no evacuaron la zona se han subido a los tejados de sus casas para pedir auxilio desesperadamente.

 

Las autoridades locales temen que el número de víctimas mortales sea superior a medida que los equipos de rescate, concentrados en la búsqueda de supervivientes, aumenten su radio de acción, muy limitado, según reconoció la propia portavoz de Cruz Roja, quien indicó que esperan a la luz del día para reforzar las tareas de ayuda.

 

Los cables del tendido eléctrico y los árboles sobre las calzadas son, junto con el agua que inunda calzadas y calles, los principales obstáculos para llegar a los damnificados.

 

La principal ahora será coordinar la distribución de ayuda, explicaron las fuentes, que subrayaron la imposibilidad de mantener operativas las comunicaciones dada la falta de suministro eléctrico y la saturación del servicio de las operadoras telefónicas.

 

El huracán, que con fuerza cuatro en la escala de cinco de Saffir-Simpson se adentró el pasado lunes en los estados de Louisiana y Mississipi, para continuar en dirección a Alabama, ya había causado nueve muertos el pasado fin de semana a su paso por Florida.

 

Hasta el momento, las autoridades estadounidenses no han entregado cifras oficiales sobre el número de víctimas mortales ocasionadas por el devastador huracán.

 

Al menos tres ancianos murieron el domingo 28 de agosto, durante su evacuación de Nueva Orleans a Baton Rouge, según la prensa local, que atribuyó el fallecimiento a la deshidratación.

 

También los medios locales informaron este martes del fallecimiento de dos personas en Alabama y otras tres en Nueva Orleans.

 

El diario Sun Herald citó al jefe de bomberos de Gulfport, Pat Sullivan, quien informó que el centro de negocios estaba completamente inundado, parte de la autopista interestatal 10 completamente destruida.

 

En el condado de Jackson, el centro de emergencias se desintegró nada más llegar el huracán, según el director médico de urgencias, Christoffer Cirilo, quien añadió que han perdido contacto con 35 miembros de los equipos de rescate.

 

Pese a que perdió fuerza al adentrarse en territorio continental, Nueva Orleans sufrió enormes daños, pues los vientos rompieron los cristales de grandes edificios y algunos tienen riesgo de derrumbe.

 

Los vientos del huracán también destruyeron parte del techo del estadio cubierto "Superdome" donde buscaron refugio más de 10.000 personas.

 

La gobernadora Kathleen Blanco señaló que las tareas de rescate para recoger con helicópteros a centenares de personas que treparon a los techos de sus casas se vieron obstaculizadas por los vientos, que seguían soplando con violencia.

 

En Alabama, la furia del huracán se desató principalmente en la ciudad de Mobile, donde los vientos y la lluvia inundaron las calles y destruyeron ventanales, derribaron árboles y tendidos eléctricos.

 

Fuentes policiales dijeron que se ha decretado el toque de queda en algunos de los balnearios costeros para proteger las propiedades.

 

Por su parte, las compañías eléctricas han informado de que más de un millón de clientes se han quedado sin suministro y desconocen cuándo lo recuperarán, pues la prioridad son los centros vitales y de emergencia. (EFE)

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