Número de víctimas fatales de la tragedia en Japón superó las 12 mil
Los desaparecidos suman, en tanto, 15.472.
Los esfuerzos apoyados por EE.UU. para encontrar desaparecidos no han dado los resultados esperados.
Los desaparecidos suman, en tanto, 15.472.
Los esfuerzos apoyados por EE.UU. para encontrar desaparecidos no han dado los resultados esperados.
El número de muertos por el terremoto y tsunami que el 11 de marzo asolaron el noreste de Japón se elevó este domingo a 12.009, y hay aún 15.472 desaparecidos, según el último recuento de la policía nipona.
En tanto, unos 2.200 refugios alojan a cerca de 170.000 personas desplazadas, provenientes principalmente de localidades costeras como Iwate, Miyagi y Fukushima, las tres provincias más dañadas por el desastre.
En Miyagi el número de fallecidos asciende a 7.318, mientras que en Iwate hay al menos 3.518 muertos y en Fukushima 1.113, al tiempo que los desaparecidos se cuentan por miles en esas tres provincias.
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| La catástrofe no termina de arrojar datos estremecedores. (Foto: EFE) |
Esfuerzos infructuosos
El viernes, las autoridades japonesas y de Estados Unidos lanzaron una gran operación conjunta de tres días para buscar a los desaparecidos en las zonas más devastadas, aunque hasta entrada la noche del sábado sólo se había conseguido recuperar 66 cadáveres.
En el dispositivo participan unos 18.000 militares japoneses y 7.000 de EE.UU., además de 3.000 efectivos de la Policía, la Guardia Costera y los Bomberos.
El sábado parte de las operaciones se centraron en la ciudad de Ishinomaki (Miyagi), donde buzos de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) y los Bomberos inspeccionaron las aguas del río Kitakami, el principal del noreste nipón, en busca de cuerpos, informó la agencia local Kyodo.
En Fukushima a la tragedia humana se suma la crisis en la planta nuclear de Daiichi, que obligó a evacuar un radio de 20 kilómetros en torno a la central y recomendar que aquellos residentes entre 20 y 30 kilómetros no salgan de sus casas o abandonen la zona.
En la planta los operarios trabajan día y noche entre elevados niveles de radiactividad para tratar de reactivar la refrigeración de los reactores, dañada cuando el tsunami estropeó los generadores diesel de emergencia, que se habían puesto automáticamente en marcha tras el terremoto.