Bush jurará su segundo mandato en medio de estrictas medidas de seguridad
Cerca de 13.000 agentes de seguridad y militares, además de misiles y aviones de combate custodiarán Washington durante la ceremonia de este jueves.
Cerca de 13.000 agentes de seguridad y militares, además de misiles y aviones de combate custodiarán Washington durante la ceremonia de este jueves.
George W. Bush jurará este jueves como presidente de Estados Unidos para los próximos cuatro años y expondrá las prioridades de su segundo mandato en medio de un gran despliegue de seguridad, que incluye la ubicación de misiles en las inmediaciones de la Casa Blanca.
Bush prestará juramento en el Capitolio ante decenas de miles de seguidores y curiosos, en una jornada marcada por una onda polar que afecta Norteamérica pero festiva y colorida, que continuará con el tradicional desfile hasta la Casa Blanca y concluirá con los bailes de gala, aunque bajo las protestas de manifestantes y opositores al Gobierno.
El presidente aprovechará la ocasión que le brinda su discurso para exponer, en una intervención de cerca de 17 minutos de duración, sus principales prioridades y pedir la unidad nacional en torno a esos objetivos.
"Quiero hablar de la libertad. Es la causa que une a nuestro país, da esperanza al mundo y nos llevará a un futuro de paz", afirmó Bush la noche del miércoles 19 de enero.
El político republicano "hablará en su discurso sobre los tiempos históricos que vivimos, y sobre su visión esperanzada para Estados Unidos y el mundo", adelantó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.
El vocero señaló que Bush, quien ha revisado su discurso en 21 ocasiones, "se dirigirá al pueblo estadounidense y al mundo" en su intervención.
Por ello, se espera que el presidente hable sobre algunos de los asuntos más discutidos y polémicos, tanto dentro del país norteamericano como en el exterior, como la guerra de Irak y la relación de Washington con el resto del mundo.
La continuación de la guerra contra el terrorismo, algo que Bush convirtió en el eje de su campaña electoral, promete ser otro de los elementos fundamentales de la intervención.
En el terreno interno Bush podría mencionar el ambicioso y discutido proyecto de privatizar parcialmente el sistema de pensiones públicas, que será uno sus caballos de batalla.
La toma de posesión de Bush será la primera desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, por lo que las medidas de seguridad de Washington, muy estrictas desde entonces, llegarán a un nivel nunca visto en este tipo de celebraciones.
Cerca de 6.000 agentes de diferentes instituciones policiales, locales, estatales y federales participan en el dispositivo de seguridad, que incluye también a 7.000 militares y el cierre de calles en buena parte del centro de la capital estadounidense.
Además, el Pentágono desplegó misiles antiaéreos en varios puntos de la capital, así como aviones de combate, a fin de mantener a raya a cualquier aeronave que se salte el estricto cierre del espacio aéreo a los vuelos privados en un radio de 36 kilómetros en torno a los tres aeropuertos que sirven a la ciudad.
Sin embargo, y a pesar de que la toma de posesión de Bush se considera un evento de alto riesgo, el Departamento de Seguridad Nacional decidió no aumentar el nivel de alerta por posibilidad de atentados terroristas.
También, a pesar del estrecho anillo de seguridad en torno al Capitolio y la Casa Blanca, numerosas organizaciones de manifestantes tienen previsto mostrar su oposición a Bush y concentrar a varios miles de asistentes.
George W. Bush y su esposa, Laura, asistirán a un acto religioso en la Iglesia Episcopal San John, situada muy cerca de la Casa Blanca, a las 09:00 horas locales (14:00 GMT), con lo que iniciarán las actividades de la jornada de su investidura como el 55º mandatario estadounidense.
Esta es una tradición que inició Franklin Roosevelt en 1933 y que, desde entonces, han seguido todos los residentes de la Casa Blanca.
Después de rezar, lo habitual es que el presidente saliente acompañe al presidente electo al Capitolio para su toma de posesión, pero evidentemente en este caso Bush se podrá saltar el trámite e ir solo a la sede del Congreso.
Allí, a las 11:30 horas locales (16:30 GMT), en las escalinatas del Capitolio y con temperaturas bajo cero, está previsto que se inicie la ceremonia.
La tradición establece que el primero en tomar posesión sea el vicepresidente y así lo hará Dick Cheney, a quien le tomará el juramento el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Dennis Hastert.
A las 12:00 horas locales (17:00 GMT) llegará el gran momento y el gran protagonista, George Walker Bush, quien prestará juramento ante el presidente del Tribunal Supremo, William Rehnquist.
Rehnquist, de avanzada edad y seriamente afectado por un cáncer de tiroides, no ha querido perderse la ocasión de volver a tomar juramento al presidente, tal y como hizo hace cuatro años para su primer mandato.
Ya confirmado en el cargo, Bush participará en un almuerzo oficial con miembros de las dos cámaras en el que, habitualmente, el menú incluye platos típicos de los estados de origen del presidente y el vicepresidente.
No se ha confirmado que se vaya a servir serpiente, plato típico de Texas, que sin embargo sí se está preparando en algunos de los grandes hoteles de la ciudad para congraciarse con los visitantes texanos y, en su mayoría, multimillonarios partidarios del republicano.
La ceremonia incluirá actuaciones del coro de la Academia Naval de EE.UU., una invocación del reverendo Luis León, y canciones de corte patriótico.
Sólo para la toma de posesión, el Congreso ha destinado 1,25 millones de dólares, a los que se añaden otros 40 millones de fondos privados para el resto de los actos festivos con motivo de la inauguración presidencial, sin contar con el elevado costo de las medidas de seguridad.
Tras la comida, a las 14:00 horas locales (20:00 GMT) comenzará el desfile presidencial encabezado por Bush, que recorrerá la avenida Pensilvania tramos a pie, tramos en vehículo hasta la Casa Blanca.
Bush lo encabezará solo al principio porque luego lo seguirá desde un estrado especial que se ha instalado frente a la Casa Blanca.
La jornada de este jueves no concluye ahí, porque a partir de las 19:00 horas locales (00:01 GMT del viernes) el matrimonio Bush deberá pasarse por los nueve bailes de gala convocados en su honor en los que, habitualmente, el presidente saluda a los participantes e incluso baila una pieza.
En ellos deberá compartir el protagonismo con la primera dama, Laura Bush, y su traje de noche de azul hielo bordado en plata, un elegante diseño del modisto dominicano Oscar de la Renta.
Todos los festejos para la inauguración, la primera que se produce tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, se organizaron bajo el lema "Celebración de la Libertad, Honra al Servicio", en homenaje a los soldados destacados en Irak y Afganistán. (EFE)