En comparación a agosto, el IPC se elevó un 0,4 por ciento.
Mientras los combustibles se incrementaron, el precio de los alimentos bajó.
El Indice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0,2 por ciento en Estados Unidos en septiembre, según informó este jueves el Ministerio del Trabajo, cumpliendo con lo pronosticado por los analistas que previeron un incremento de entre el 0,1 y el 0,2 por ciento.
En comparación con agosto, la inflación se elevó un 0,4 por ciento, impulsada por un incremento del 4,6 por ciento en el coste de la energía.
En septiembre, la escalada de los combustibles, en tanto, se moderó, con una subida del 0,6 por ciento, al tiempo que los alimentos cayeron un 0,1 por ciento, la sexta vez en ocho meses que su valor se reduce.
La inflación subyacente, es decir el índice sin contar la energía y los alimentos, que son muy volátiles, se situó en el 0,2 por ciento, tras subidas de una décima en los dos meses anteriores.
Pese a los incrementos del mes pasado, en los últimos 12 meses los precios al consumo cayeron un 1,3 por ciento por la baja de la demanda por causa de la crisis.
La subida moderada de la inflación en septiembre apunta a que la recuperación económica que tiene lugar en Estados Unidos no genera por ahora presión importante sobre los precios, pese al extraordinario nivel de liquidez inyectado en el sistema financiero por la Reserva Federal.
