El presidente de EE.UU. evitó comprometerse con la candidatura de su correligionario John McCain, pero le dio un velado apoyo ante la resistencia de la derecha religiosa.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aseguró que "hay mucho en juego" en los comicios con que en noviembre se escogerá a su sucesor e instó a los sectores conservadores a unirse para mantener el control de la Casa Blanca.
"Estas son unas elecciones importantes. La prosperidad y la paz penden de un hilo", dijo Bush ante los varios miles de personas que se dieron cita en la Conferencia de Acción Política Conservadora en Washington.
"Con fe en nuestra visión y fe en nuestros valores, avancemos, luchemos por la victoria y mantengamos la Casa Blanca en el 2008", arengó el presidente.
El discurso de Bush llega un día después de que el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney abandonara la carrera por la Casa Blanca, lo que allana el camino al senador por Arizona John McCain para hacerse con la candidatura presidencial republicana.
Pese a que su nominación se da casi por hecho, McCain afronta la resistencia del ala más derechista del Partido Republicano, que cree que el senador no es lo suficientemente conservador en temas como política fiscal o inmigración.
Por ello, Bush evitó apoyar el nombramiento de McCain pero aun así instó a sus correligionarios a unir filas y respaldar a la persona que finalmente resulte elegida por el partido.
"Hemos tenido buenos debates y pronto contaremos con un candidato que enarbolará la bandera conservadora en estas elecciones y más allá de ellas", manifestó.
"Estoy totalmente convencido de que con la ayuda de ustedes elegiremos a una persona que comparte nuestros principios", insistió.
McCain aseguró el jueves en la misma conferencia que es un verdadero conservador.
"Espero sinceramente que aunque crean que en ocasiones como conservador me he equivocado, reconozcan que en muchas cosas importantes para todos nosotros he sido fiel a las ideas conservadoras", indicó.
Pero estas palabras no parecieron convencer a todos, porque James Dobson, uno de los líderes cristianos evangélicos más influyentes de EE.UU. respaldó la campaña por la nominación republicana del ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee, ex pastor evangélico y el favorito de la derecha religiosa del país. (EFE)
