Bush inició nueva ofensiva contra la ola de rechazo a la guerra en Irak
"Mientras sea presidente, nos quedaremos, lucharemos y ganaremos la guerra contra el terrorismo", afirmó el presidente ante miembros de la Guardia Nacional.
"Mientras sea presidente, nos quedaremos, lucharemos y ganaremos la guerra contra el terrorismo", afirmó el presidente ante miembros de la Guardia Nacional.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, intensificó su campaña para contrarrestar el rechazo popular a la guerra en Irak, la cual sólo terminará cuando la nación haya conseguido sus objetivos en el país mesopotámico, según reiterado en su último discurso.
En una intervención ante miembros de la Guardia Nacional en el Estado de Idaho, Bush señaló el pasado miércoles que una retirada de Irak sólo "envalentonaría" a los terroristas que, según él, han convertido a Irak en su teatro de operaciones.
"Lo que está en juego en Irak no podría ser mayor. La violencia brutal en Irak es un claro indicio de la decisión de los terroristas de impedir que la democracia eche raíces en Medio Medio", aseveró.
Por ello, Bush agregó que "nos mantendremos en la ofensiva. Completaremos nuestro trabajo en Afganistán y en Irak".
El mandatario estadounidense manifestó que una retirada de Irak o de Medio Oriente "como algunos han exhortado, sólo envalentonaría a los terroristas y crearía una plataforma para lanzar más ataques contra EE.UU. y las naciones libres".
"Mientras sea presidente, nos quedaremos, lucharemos y ganaremos la guerra contra el terrorismo", subrayó.
En una aparente prueba de la decisión de no cambiar el curso de su política para Irak, Washington anunció en la víspera el envío a Irak de dos nuevos batallones, con unos 1.500 soldados, para reforzar la seguridad en ese país con motivo del referendo constitucional del 15 de octubre y las elecciones de diciembre próximo.
"Dos batallones de la 82ª División Aerotransportada se desplegarán en Irak con una duración prevista de unos 120 días para apoyar los esfuerzos de seguridad durante el período electoral", señaló un comunicado del Pentágono.
Los dos nuevos batallones se sumarán a los 138.000 efectivos de las fuerzas de la coalición que cumplen su misión en Irak.
El Pentágono precisó que este refuerzo de efectivos se aprobó en respuesta a la solicitud formulada por el jefe de la Fuerza Multinacional en Irak, el general George Casey, tras consultar con el Gobierno iraquí.
El conflicto en Irak, donde han perecido 1.867 soldados estadounidenses, se convirtió en el principal lastre para la popularidad de Bush, tal como lo reveló una encuesta, que ubicó la aprobación del presidente en 40 por ciento.
En su discurso en Idaho, Bush también se refirió a la creciente campaña pacifista y citó el caso de la madre de un militar que apoya la guerra en contraste con Cindy Sheehan, progenitora de un soldado muerto en acción, quien inició una protesta en el rancho presidencial de Crawford, Texas, y que se convirtió en el símbolo del movimiento contra la guerra. (EFE)