Además, los representantes del Viejo Continente estudiarán un segundo rescate.
Junto con ello, propondrán que la banca privada se sume a las acciones.
Los ministros de Finanzas de la zona euro adelantaron para este sábado la reunión que habían fijado para el próximo domingo, en la que está prevista que den luz verde al desembolso de 12.000 millones de euros para Grecia.
El cambio de planes s
e produjo después de que el Parlamento griego votara a favor del plan de ajustes del Gobierno, que era exigido por la zona euro como condición imprescindible para continuar prestando ayuda al país.
"Se cumplen las condiciones para tomar una decisión sobre el desembolso del próximo tramo de asistencia financiera para Grecia", anunciaron los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, tras el voto favorable a la ley de acompañamiento del plan, en Atenas.
Este desembolso es necesario para impedir la suspensión pagos durante el verano, lo que hubiera acarreado terribles consecuencias para el país heleno, pero también para la economía global y especialmente para los países europeos más susceptibles al contagio.
En la reunión, los ministros de Finanzas de la zona euro podrán dar luz verde a la parte europea del quinto tramo de ayuda (8.700 millones); mientras que el Fondo Monetario Internacional tramitará el desbloqueo de los 3.300 millones que le corresponden en una próxima reunión, el 8 de julio.
Los ministros de Finanzas de la zona euro también avanzarán durante la teleconferencia en la preparación de un segundo rescate para el país, que se reveló necesario tras constatar que Grecia no estará en condiciones de volver a financiarse en los mercados el año que viene, como se preveía en el rescate de 110.000 millones de euros que le fueron concedidos en mayo de 2010.
Fuentes europeas explicaron que los ministros tratarán concretamente de la aportación de los bancos privados al segundo rescate de Grecia, y de los recientes avances registrados en este sentido en las negociaciones informales mantenidas en Francia y Alemania con sus sectores bancarios.
