La policía griega hizo detonar de forma controlada un paquete-bomba destinado a la embajada francesa en Atenas, la cual no causó heridos.
Las
autoridades investigan, además, otros tres paquetes sospechosos en otra empresa de mensajería en la localidad de Markópulos en las proximidades de Atenas.
Según las primeras informaciones, el paquete llevaba como remitente una persona extranjera perteneciente al arzobispado ortodoxo de Atenas.
Desde el lunes, la policía localizó 14 paquetes-bomba dirigidos a varias embajadas en Atenas, entre ellas la de Chile, y a organizaciones y líderes europeos, sin que nadie se haya atribuido hasta ahora la autoría de los atentados.
Los dos hombres detenidos el lunes, tras el primer atentado que causó un herido leve, fueron citados a declarar ante un fiscal ateniense. La policía busca, al menos, a otros cinco sospechosos de complicidad en esta ola de atentados.
Entretanto, se han suspendido hasta el sábado todos los envíos postales al extranjero desde los aeropuertos griegos para prevenir más casos de paquetes bombas, como los que iban dirigidos a la canciller alemana, Angela Merkel, y al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.