Familiares de víctimas del doble atentado en Noruega visitaron isla de la tragedia
El lugar de los hechos se encuentra cerrado pero se les permitió el acceso.
Este viernes se inician las tres jornadas de luto nacional por la matanza.
El lugar de los hechos se encuentra cerrado pero se les permitió el acceso.
Este viernes se inician las tres jornadas de luto nacional por la matanza.
Las familias de los fallecidos en el doble atentado de Noruega visitaron la isla de Utøya, donde murieron 69 de las 77 víctimas de los ataques cometidos el 22 de julio por el ultraderechista y fundamentalista cristiano Anders Behring Breivik.
Cuat
ro semanas después de los ataques, los familiares directos de 50 de esas víctimas llegaron a la isla en esta primera de las tres jornadas de luto nacional por la matanza.
Para este sábado está previsto que visiten Utøya grupos de sobrevivientes del tiroteo, en su mayoría jóvenes que asistían al campamento de las juventudes socialdemócratas, mientras que el domingo se celebrará un acto de Estado en Oslo.
La isla estaba precintada desde el 22 de julio, cuando se produjo el doble atentado, y hoy quedó únicamente abierta para la visita de los familiares, que se desarrolló sin cobertura mediática por decisión de las autoridades noruegas.
Los familiares llegaron en un barco militar, acompañadas por policías, médicos y personal de asistencia psicológica.
A un mesLa visita se produjo exactamente cuatro semanas después de que Breivik, de 32 años y autor confeso de la matanza, cometiera el doble atentado, primero con la explosión de un auto bomba en el complejo gubernamental de Oslo, donde murieron ocho personas.
Inmediatamente después se desplazó a Utøya para abrir fuego indiscriminadamente contra los jóvenes que asistían al campamento socialdemócrata, en su mayoría de entre 14 y 19 años de edad.
Según admitieron fuentes policiales, antes de ser capturado Breivik mantuvo con la policía dos conversaciones telefónicas en las que pidió entregarse. En ambas llamadas, que se produjeron con un intervalo de casi media hora, fue Breivik el que cortó, y aunque luego un agente intentó llamarlo de nuevo, no tuvo éxito.
Breivik se encuentra en prisión preventiva y en régimen de aislamiento.