Se demoró tres años en lograrlo.
El monumento, una de las "siete maravillas del mundo", es considerado un símbolo del amor.
Anand Prakash Chouksey, un empresario indio de 52 años, construyó una impresionante réplica del Taj Mahal para demostrarle a su esposa cuánto la ama.
Se trata de una copia de un tercio del tamaño del famoso edificio, que es una de las "siete maravillas del mundo" y es considerado como un logro arquitectónico imposible de repetir.
El monumento original también simboliza el amor: fue construido en el siglo XVII por el emperador Shah Jahan para honrar a su esposa, quien murió dando a luz a su catorceavo hijo.
Ahora, Prakash Chouksey es dueño de su propio Taj Mahal, junto a la mujer con la que ha estado casado durante 27 años. Para ello, trabajó en la construcción de la réplica por tres años, intentando que cada detalle quedara perfecto.
"Fue un regalo para mi esposa pero también para nuestra ciudad y su gente", dijo Chouksey a BBC.
Las obras le costaron más de 200 millones de pesos chilenos y, actualmente, atraen a turistas y a parejas, que consideran buena suerte fotografiarse en el lugar antes de casarse.
"Mi casa está abierta para todos", dice el hombre, aunque tampoco permite que cada visitante ingrese: "después de todo, es nuestro hogar y vivimos ahí".
