Con autobombas y asesinatos selectivos en contra de autoridades y líderes kurdos, los rebeldes prosiguieron con sus sangrientos ataques, los que el pasado lunes dejaron al menos 17 muertos.
Al menos ocho personas perdieron la vida y varias resultaron heridas este martes en una serie de atentados con autobomba y asesinatos selectivos registrados en Bagdad y la ciudad kurda de Suleimaniya, en el norte del país.
Además, dos supuestos terroristas murieron en la localidad de Baquba, a unos 60 kilómetros al norte de la capital, al explotar la carga con la que al parecer iban a cometer un atentado suicida, informaron fuentes policiales.
Según relató un portavoz de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), uno de los principales partidos kurdos iraquíes, un suicida al volante de un vehículo cargado de explosivos trató de atentar contra la oficina de Asuntos Relacionados con la milicia kurda Peshmerga, en Suleimaniya.
"Los guardias dispararon contra el vehículo y mataron al conductor, pero no pudieron evitar que estallara y causara la muerte de tres milicianos kurdos", explicó la fuente.
El portavoz informó, asimismo, que en Suleimaniya dos guardaespaldas murieron en un intento de asesinato del Mulá Bujtiar, miembro de la oficina del UPK, que lidera el actual presidente de Irak, Yalal Talabani.
En Bagdad, tres personas perdieron la vida en diversas acciones violentas ocurridas este martes.
En la primera de ellas, ocurrida en el barrio bagdadí de Mamun, un civil murió y otros cinco resultaron heridos al estallar un autobomba al paso de un convoy militar estadounidense.
Asimismo, otro civil iraquí perdió la vida al estallar una bomba al paso de otra caravana militar estadounidense por el barrio de Mansur, en la margen oeste del río Tigris.
Se desconoce hasta el momento si los ataques, que no han sido confirmado ni desmentido por el mando militar, causaron víctimas entre los militares norteamericanos.
Horas antes, pistoleros asesinaron a un comisario de la Policía iraquí e hirieron de gravedad a un oficial de Seguridad en sendos ataques ocurridos casi al mismo tiempo en el sur de la capital.
En el oeste, otra partida de asesinos emboscó e hirió de gravedad a Abas Mohamed Jalaf, jefe de Seguridad del edificio del Gobierno Municipal de Bagdad, cuando se dirigía a su lugar de trabajo.
Además, cinco agentes de Policía resultaron heridos en el barrio de Gazaliya, igualmente en el oeste de Bagdad, al ser tiroteado su convoy.
En la ciudad de Baquba, uno de los feudos de la insurgencia que ensangrenta el país, dos presuntos terroristas murieron y un tercero resultó herido al explotar el automóvil con el que al parecer iban a cometer un atentado suicida.
Tras una aparente tregua espoleada por el referendo sobre el borrador de la Constitución el pasado 15 de octubre, la violencia volvió a recuperar sus macabras cifras, que durante los últimos dos día deja más de 30 muertos en todo el país. (EFE)
