Al menos 150 personas murieron este miércoles en cinco atentados -cuatro de ellos suicidas- registrados en diferentes zonas de Irak. El más grave ocurrió en un barrio chiita del centro de Bagdad, donde al menos 114 personas murieron tras la explosión de un minibús situado frente a un grupo de obreros que se habían reunido para buscar trabajo.
La Organización de Al Qaeda en Mesopotamia reivindicó a través de un comunicado -citado por la cadena de televisión árabe Al Jazeera- la serie de ataques "en venganza por la campaña de Tel Afar" que cerca de 10.000 soldados iraquíes y estadounidenses han llevado a cabo en los últimos días contra los grupos rebeldes en esta zona del norte de Irak.
La principal explosión, que también provocó más de 156 heridos, se produjo cuando una muchedumbre hacía fila para buscar trabajo en varias de las construcciones que se realizan en el barrio de Al Kadimiya, en el norte de la capital iraquí.
Una fuente del ministerio de Interior dijo que el atacante había subido a un minibus y llamó a un grupo de hombres para que se reunieran alrededor, diciendo que estaba buscando trabajadores. Inmediatamente después, detonó los explosivos.
Esta zona está cerca del lugar donde el pasado 31 de agosto murieron más de 1.000 personas tras una estampida durante una multitudinaria peregrinación chiita.
En el ataque se podrían haber usado hasta 220 kilogramos de explosivos, según fuentes policiales. Los cadáveres yacían en las calles en medio de automóviles incendiados y algunas personas usaban carros de madera para trasladar a los muertos.
Funcionarios del Gobierno iraquí acusaron a miembros de la rama sunita del Islam de atacar a la mayoría chiita, en un intento por generar una guerra civil.
Familia ejecutada
Al autobomba registrado en Bagdad hay que sumar la muerte en la ciudad de Tajee (30 kilómetros al norte de la capital) de 17 hombres ejecutados por desconocidos que vestían uniforme militar.
Los hechos se produjeron cuando un grupo de hombres armados rodeó varias viviendas de la ciudad, agrupó a sus habitantes, seleccionó a 17 de ellos de la misma familia y los asesinó.
Los asesinados pertenecían a la familia Tameem, según fuentes del Ministerio del Interior iraquí.
Asimismo, otro suicida en un automóvil hizo estallar su carga matando a 11 personas y causando 14 heridos en el norte de Bagdad.
En el barrio chiita de Al Shula, en el noroeste de la capital, explotó otro autobomba, que provocó la muerte de cuatro civiles y heridas a otras 22 personas.
La explosión tuvo lugar cerca de una de las oficinas del clérigo chiita rebelde, Muqtada Al-Sadr, añadieron varias fuentes sin ofrecer más detalles.
Además, una patrulla de la Guardia Nacional iraquí fue atacada por un terrorista suicida, que detonó su carga al paso de los militares causando la muerte a tres de ellos y heridas de diversa consideración a un número indeterminado de personas, añadieron las fuentes.
La pasada noche, el presidente de EE.UU., George W. Bush, insistió en que las tropas de su país regresarán a Norteamérica cuando su misión en Irak haya terminado, pese a las afirmaciones del presidente iraquí, Yalal Talabani, de que podrían empezar a hacerlo a finales de 2006. (Agencias)