Los militantes pretendían impedir el paso de los camiones de mudanza para el traslado de decenas de familias que deben abandonar sus casas como parte del Plan de Desconexión.
Agentes de la policía israelí detuvieron a decenas de extremistas en el asentamiento judío de Nevé Dekalim durante los peores disturbios desde que comenzó el lunes la evacuación del territorio palestino de Gaza.
Alrededor de 200 jóvenes "anaranjados" se enfrentaron con centenares de agentes de la policía que, después de incendiar dos contenedores de desperdicios, los alejaron lanzando agua a presión desde un camión vigilado para evitar que les pinchasen sus neumáticos.
Los militantes querían impedir el paso de los camiones de mudanza para el traslado de decenas de familias que deseaban abandonar sus casas y trasladar sus pertenencias a territorio israelí.
Los policías también apagaron los dos incendios mientras continuaban los forcejeos entre los agentes del orden y los manifestantes, en su gran mayoría militantes infiltrados en forma ilegal en la franja de Gaza, y atrincherados en Nevé Dekalim.
Primeras informaciones indicaban que al menos 0 de los manifestantes fueron arrestados y serán sometidos a juicio por estar ilegalmente en Gaza para resistir la evacuación.
De momento, se informaba de un agente policial herido en el tumultuoso forcejeo con los "anaranjados", aparentemente golpeado por uno de los extremistas. Una fuente no oficial dijo que le habría arrojado amoníaco u otro ácido que le entró en los ojos.
El ministro de Defensa, Shaul Mofaz, advirtió que el Ejército y la policía reprimirán y detendrán a los extremistas "para velar por el orden y la ley" en los asentamientos, que deben ser evacuados hasta esta medianoche por los colonos.
La mayoría de los colonos, ocupados con la mudanza o preocupados con buscar soluciones a los problemas que les causa el desalojo, no participaba en los desórdenes, informó uno de ellos, que lleva sólo unos meses en Nevé Dekalim, quien afirmó que el responsable de la situación "es (el primer ministro) Ariel Sharón, que quiere precipitar una guerra civil".
La situación parecía calmarse cuando uno de los dirigentes del asentamiento llamó a los jóvenes rebeldes a apaciguar los ánimos y permitir el paso de los camiones y de los contenedores que el Ejército proporciona a las familias decididas a retirarse. (EFE)
