Estos movimientos apuntan a que el fin de la operación militar a gran escala podría estar cerca.
"Estamos completando todos nuestros objetivos en Yenín", afirmó hoy Netanyahu.
Esta operación, por tierra y aire, es la de mayor envergadura en Cisjordania ocupada desde la Segunda Intifada.
El Ejército israelí comenzó la retirada de tropas del campo de refugiados de Jenín, lo que apunta a que el fin de la operación militar a gran escala podría estar cerca, mientras que la cifra de muertos se elevó a 12 palestinos y los servicios de emergencia informan de varios heridos graves de bala.
"Algunas tropas están saliendo ahora del campo", dijo a EFE un portavoz militar israelí, aunque no confirmó si se trataba de la retirada definitiva. En las últimas horas, se han registrado intensos intercambios de fuego dentro del campo.
Sin embargo las recientes declaraciones tanto del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como del titular de Defensa, Yoav Gallant, sugieren que la operación estaría llegando a su fin.
"Estamos completando todos nuestros objetivos en Jenín", afirmó el primer ministro sobre esta operación, por tierra y aire, la de mayor envergadura en Cisjordania ocupada desde la Segunda Intifada, que comenzó a primera hora de la madrugada del lunes.
El Ministerio de Sanidad palestino confirmó que la cifra de muertos en Jenín se elevó a 12 -entre ellos cuatro menores-, aunque servicios de emergencia como la Media Luna Roja han informado de que han atendido a varios heridos graves de bala y que incluso han trasladado algunos cuerpos a los hospitales, por lo que la cifra de fallecidos previsiblemente aumentará en las próximas horas.
"Continuaremos el tiempo que sea necesario para desarraigar el terrorismo. No permitiremos que Yenín vuelva a ser una ciudad refugio para el terrorismo. Erradicaremos el terrorismo dondequiera que este", manifesto Netanyahu.
Por su parte, Gallant afirmó que Jenín, histórico bastión del movimiento miliciano palestino, "ha dejado de ser un sitio de producción de terrorismo" e indicó que en dos días las tropas "han interceptado líneas de producción de armas, confiscado miles de artefactos explosivos, demolido docenas de sitios de fabricación de armas, escondites y laboratorios para la producción de explosivos".
"Durante los últimos dos años, Jenín se ha convertido en un sitio de producción para el terrorismo. Como resultado de nuestras actividades los últimos dos días, esto ha llegado a su fin", dijo el ministro durante una visita al puesto de control militar de Salem, cerca de Yenín, junto con Netanyahu.
El operativo ha dejado un rastro de devastación en el campo, sin agua ni luz, que ha obligado a más de 3.000 personas de entre los casi 20.000 residentes a abandonar sus hogares para huir de la violencia.
"Hoy se ubicaron y desmantelaron seis instalaciones de fabricación de explosivos, en las cuales se ubicaron más de 300 explosivos, materiales de fabricación de explosivos y armas adicionales", informó el Ejército, que también destruyó "tres salas de situaciones operativas utilizadas como infraestructura terrorista".
Además, las tropas -que actúan junto al servicio de inteligencia israelí- confiscaron más de 1.000 armas en la ciudad y el campo de Jenín, "entre ellos artefactos explosivos, municiones, armas e instalaciones explosivas", que estaban ubicadas en escondites, una mezquita, pozos ocultos en áreas civiles, salas operativas y vehículos.
Las fuerzas israelíes interrogaron a más de 300 sospechosos, de los cuales 30 fueron aprehendidos, según el Ejército, que suman unos 150 palestinos detenidos desde ayer.
También desmantelaron escondites de 14 sospechosos buscados, decomisaron decenas de kilogramos de materiales químicos para la fabricación de explosivos, y desactivaron al menos cuatro dispositivos explosivos.
Según el Ejército, los milicianos "ocultan artefactos explosivos en las calles de zonas civiles del campo" y han levantado barricadas para obstaculizar las actividades de las fuerzas en el campo.
EFE constató en el terreno que los milicianos minaron la ciudad de Yenín con barricadas de llantas incendiadas que impedían el paso de los vehículos por las calles, donde todos los comercios se mantenían cerrados.
Por otro lado, en la ciudad de Burqin, adyacente a Jenín, las fuerzas israelíes localizaron y se incautaron de "una cantidad significativa de armas y fondos terroristas".
