Los manifestantes consideran que el proyecto del mandatario estadounidense es desfavorable para Palestina.
Las personas gritaron consignas contra la máxima autoridad del país norteamericano y su "acuerdo del siglo".
Miles de jordanos se manifestaron este viernes en la capital (Ammán) y varios puntos del país en contra del plan de paz presentado esta semana por la Administración estadounidense y que es considerado desfavorable por los palestinos, de los que en Jordania hay cerca de dos millones de refugiados.
El país fronterizo con Israel y Cisjordania se vería directamente afectado por el plan de paz, siendo además el "guardián" de los lugares sagrados musulmanes y cristianos de Jerusalén Este.
En una manifestación junto a la gran mezquita Huseini, en el centro de Ammán, los eslóganes coreados y las pancartas que llevaban los manifestantes se dirigieron contra el presidente estadounidense, Donald Trump, al que llamaron "cobarde".
"Jerusalén es nuestro y Al Aqsa (mezquita de la ciudad) es nuestro", aseguraron los participantes, en referencia a uno de los puntos más polémicos del anuncio hecho el pasado martes por Trump, que aseguró que la ciudad santa será la "capital íntegra" del Estado de Israel, aunque luego aclaró que los palestinos podrían establecer la suya a las afueras orientales de la urbe.
"Jerusalén no está a la venta" fue una de las consignas que se escuchó en otra protesta enfrente de la Embajada de EE.UU. en Ammán, donde uno de los manifestantes sujetaba una foto de Trump en la que se podía leer: "paren a este criminal".
Por su parte, la Corte jordana informó de que el rey Abdalá II mantuvo hoy una conversación telefónica con el presidente palestino, Mahmud Abás, para trasladarle su apoyo "hasta el establecimiento de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como su capital".
Esas fronteras son las que reconoce la ONU para un futuro Estado palestino y han sido la base de todas las negociaciones de paz con Israel hasta el momento, pero el nuevo plan de paz de Trump pretende reducir considerablemente los territorios que quedarían incluidos en ese Estado.
