El grupo libanés chiíta Hizbulá insistió en que no abandonará sus armas y criticó al Gobierno de Beirut, al tiempo que acusó a sus detractores de ser "aliados de Israel".
El diputado del grupo Ali Ammar, citado por la prensa local, reiteró que "la resistencia conservará sus armas, que son como el Evangelio y el Corán", en un discurso pronunciado la noche del lunes ante miles de personas en los barrios del sur de Beirut, los más castigados durante la ofensiva militar israelí en el Líbano.
Ammar acusó a los detractores del grupo chiíta de "haber planificado el asesinato de la resistencia en colaboración con los norteamericanos y los israelíes", en alusión al movimiento antisirio denominado "14 de Marzo", creado tras el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri.
Dicho movimiento controla el Gobierno libanés, de 24 ministros, entre los que hay sólo dos de Hizbulá.
Según el diputado chiíta, "las fuerzas del '14 de Marzo' se alinearon con el enemigo israelí desde el principio" de la guerra entre Hizbulá e Israel, el pasado 12 de julio.
Por ello, estimó, "este gobierno debe irse" ya que está formado por "una mayoría ilusoria, que usurpó el poder".
El movimiento del "14 de Marzo" presiona en favor de la aplicación de la resolución 1.559 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), que exige el desarme de Hizbulá, y conforme a la que Siria tuvo que reiterar sus tropas del Líbano en abril de 2005. (EFE)