El primer ministro israelí, Ehud Olmert, sostuvo ante la Comisión Winograd que la decisión de atacar a la milicia chiíta libanesa Hizbulá en el Líbano, estuvo "justificada", y aseguró que no tuvo "ninguna otra opción".
La Comisión Winograd, que investigó la conducción por parte del Gobierno israelí de la guerra contra el grupo libanés, difundió este jueves, por orden judicial, los testimonios prestados por el primer ministro israelí, Ehud Olmert; el ministro de Defensa, Amir Peretz; y el ex jefe de las Fuerzas Armadas general Dan Halutz.
Israel atacó Hizbulá a mediados de 2006 en respuesta al secuestro de dos soldados reservistas que estaban patrullando la frontera entre ambos países, y que fue llevado a cabo el 12 de julio por la milicia chiíta. En ese incidente los guerrilleros libaneses también mataron a tres soldados.
Olmert indicó a los investigadores de la Comisión Winograd que no tuvo más opción que emprender una ofensiva contra la milicia chiíta, pues estaba convencido de que Hizbulá también atacaría con sus cohetes a la población civil del norte de Israel.
Por su parte, el ministro de Defensa, Amir Peretz, creyó que la guerra se prolongaría "durante 10 días o dos semanas, pues la comunidad internacional no nos permitiría seguirla", según dijo a la comisión.
El conflicto se prolongó 34 días y concluyó con un alto el fuego concertado por el Consejo de Seguridad de la ONU, y se saldó con cerca de mil muertos, principalmente civiles libaneses.
La Comisión Winograd presentó la semana pasada un primer informe, en el que concluyó que el Gobierno cometió graves errores, especialmente Olmert, Peretz y del jefe de las Fuerzas Armadas, general Dan Halutz.
Presidida por el juez jubilado Eliahu Winograd, la mencionada comisión investigadora fue designada por el propio Gobierno a raíz de duras críticas lanzadas por la oposición y de reservistas del Ejército sobre la conducción de la ofensiva israelí en el sur de Líbano, especialmente durante las últimas semanas de los 34 días de la contienda. (EFE)