El Ministerio de Defensa israelí aclaró que Natan Zaada, pese a que fue miembro del Ejército, no podrá ser sepultado en los campos bajo su jurisdicción.
Las dos poblaciones en las que residió el extremista judío Natan Zaada (Eden Tzuberi), que el jueves asesinó a cuatro árabe-israelíes en un atentado en Galilea, han expresado su negativa a que sea enterrado en su término municipal.
La alcaldía de Rishón Letzión, al sur de Tel Aviv y lugar de nacimiento del asesino, ha argumentado que éste tenía como lugar de residencia el asentamiento de Tapuah y que por lo tanto debe ser enterrado allí.
El cadáver de Zaada, linchado por una multitud de jóvenes árabes de Shfaram, fue recogido este jueves por la familia en el Instituto Forense de Tel Aviv, aunque aún no ha encontrado lugar donde enterrarlo.
La alcaldía de Rishón Letzión rechazó el enterramiento después de que un grupo de padres de soldados caídos en combate expresaran su negativa a compartir cementerio con un miembro de la extrema derecha.
Tampoco en el asentamiento de Tapuah quieren albergar su tumba, ante el temor de que sus habitantes sean identificados con la corriente más extremista y violenta del movimiento colonizador judío.
"Los habitantes del lugar no ven razón alguna para enterrar en nuestro cementerio a quien no es habitante de la ciudad", dijo la concejala y portavoz municipal Ahuva Shiló.
Zaada acribilló a tiros a los pasajeros de un autobús que hacía el recorrido de Haifa a la ciudad árabe de Shfaram, matando a cuatro de ellos e hiriendo a una docena.
Los entierros de las cuatro víctimas, dos cristianas y dos musulmanas, se celebraron este viernes en la Galilea con la participación de miles de personas, y en una notable sensación de calma.
La Policía declaró la alerta máxima tras el suceso ante el temor de una ola de protestas por parte de la minoría árabe que vive en Israel, formada por un millón de personas.
También se ha negado a aceptar sus restos el Concejo Regional de Beer Yaacov, a quien la familia había solicitado una parcela tras la negativa de Rishón Letzión y Tapuah.
El único municipio dispuesto a recibir el cadáver del asesino es el asentamiento ultranacionalista de Kiriat Arba, próximo a Hebrón, que ha ofrecido sepultar sus restos junto a Baruj Goldstein, el responsable de la masacre de la Cueva de los Patriarcas en 1994.
Antes que los municipios, el Ejército había dicho que jurídicamente Zaada, de 19 años, tenía el derecho a ser enterrado en un cementerio militar, ya que técnicamente era un soldado a pesar de haber desertado hace dos meses.
El Ejército aclaró sin embargo que sería sin ningún tipo de honores, pero fue el Ministro de Defensa, Shaúl Mofaz, quien esta mañana prohibió enterrar al asesino en uno de los cementerios bajo su jurisdicción.
Entretanto, y en una muestra de solidaridad con la minoría árabe, el primer ministro Ariel Sharón ha ordenado al Seguro Nacional que conceda el estatus de "víctimas del terrorismo" a los cuatro árabes-israelíes, fondos hasta ahora reservados para víctimas de ataques terroristas enemigos, es decir, árabes.
También ha abierto sus fondos anti-terroristas la Agencia Judía, que ha pedido a las familias de las víctimas que acepten las ayudas que ofrece para este tipo de casos.
Los fondos de ayuda de la Agencia Judía provienen de donaciones de judíos de todo el mundo y fueron constituidos durante la Intifada de Al-Aksa en respuesta al alto número de víctimas que causaban los atentados palestinos. (EFE)
