Consejo de Seguridad de la ONU no logró consenso para sanciones en Siria
Este miércoles volverán a reunirse para tratar llegar a un acuerdo.
Ban Ki-moon reiteró su condena al uso de violencia, que se extiende a Yemen y Libia.
Este miércoles volverán a reunirse para tratar llegar a un acuerdo.
Ban Ki-moon reiteró su condena al uso de violencia, que se extiende a Yemen y Libia.
El Consejo de Seguridad de la ONU no logró ponerse de acuerdo para sancionar al gobierno del presidente sirio Bachar al Asad, mientras que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reiteró su condena al uso de la violencia contra civiles en Siria, Yemen y Libia.
Néstor Osorio, embajador de Colombia -país que preside el Consejo en abril-, aseveró que "hemos decidido reunirnos de nuevo mañana (este miércoles) para tratar la situación en Medio Oriente, específicamente en Siria".
Agregó que los países "no se están apresurando por nada. Mañana seguiremos con nuestras reuniones, recibiremos un informe más sobre la situación en Siria y de ahí veremos cuál será la actitud del Consejo", explicó Osorio, quien aseguró que hay "borradores circulando, pero todavía nada en concreto".
Los países analizaron el proyecto de declaración condenando a Siria por esa violencia que presentaron el lunes Alemania, Francia, Reino Unido y Portugal, y en el que recuerdan al régimen de Damasco "su obligación de cumplir con la legislación humanitaria internacional y de respetar los derechos humanos, incluida la libertad de prensa y de expresión".
Entre lo más reticentes a esa declaración, que también apoya Estados Unidos, estarían Rusia y China, dos de los miembros permanentes y con derecho de veto que de manera general son reticentes a inmiscuirse en situaciones que consideran asuntos internos de un país.
Condena de Ban Ki-moon
Ban Ki-moon condenó "totalmente el continuo uso de la violencia contra los manifestantes pacíficos en Siria, particularmente el uso de tanques y fuego que ha provocado heridos y la muerte a cientos de personas".
El secretario general de la ONU lanzó mensajes similares a las autoridades de Yemen y Libia, y concretamente al régimen de Muamar el Gadafi al que le dijo que ha perdido "toda la credibilidad y legitimidad" para proteger a su población y responder a "sus legítimas aspiraciones para conseguir un cambio y dirigir su propio futuro político".