Nicanor Duarte dijo que en las pasadas elecciones, la mayor parte de sus conciudadanos votó por la alternancia en el poder que encarnó el ex sacerdote Fernando Lugo, al ser electo como nuevo mandatario.
El presidente paraguayo, Nicanor Duarte, consideró que el gobernante Partido Colorado "perdió su vocación de lucha" y "se convirtió en una agencia de empleo, teniendo al Estado como respirador artificial".
"(El partido) terminó atrapado en el clientelismo, en la fatalidad de constituirse como medio de supervivencia", admitió el mandatario, al ser consultado por los motivos que llevaron a la derrota de la histórica de la agrupación en las elecciones generales de abril pasado.
En una entrevista publicada este sábado por el periódico argentino Perfil, Duarte reconoció que él mismo fue un presidente "severamente obediente a esa lógica interna" de su partido que, "evidentemente, está agotada, que ya no sirve".
"El Partido Colorado cae por un desgaste de 60 años de hegemonía en los que no pudo construir un modelo económico que superara la triangulación, la evasión, el contrabando, que durante todo este tiempo generaron más pobreza", lamentó el gobernante saliente, que será sucedido por el ex obispo Fernando Lugo en agosto próximo.
El ex clérigo ganó los comicios de la mano de la opositora Alianza Patriótica para el Cambio (APC), que puso fin a 61 años de hegemonía política del Partido Colorado.
En este sentido, Duarte opinó que el presidente electo "logró instalar en el electorado la conciencia del cambio, de la alternancia".
"El pueblo salió a votar por el cambio, contra el hartazgo de un coloradismo que no pudo cambiar su propia lógica de tantas décadas", indicó el jefe de Estado, en un reportaje realizado durante una reciente visita privada de Duarte a Buenos Aires.
"El coloradismo tiene que reformular su visión de cómo hay que plantear la competencia por el poder y, por sobre todo, su vinculación con los sectores sociales. En el futuro, deberá pensar en acuerdos electorales, en una especie de transversalidad", manifestó.
De todas formas, sostuvo que hubiese sido necesaria su reelección, la cual está prohibida por las leyes de Paraguay.
En cuanto a los desafíos para el próximo Gobierno, Duarte señaló a la corrupción como "un gran reto" para su país, ya que él no pudo terminar "con los vicios estructurales, con las desviaciones de medicamentos, de semillas para agricultores".
También consideró necesario la creación de "un plan de industrialización más fuerte" y mayor inclusión social en la producción de la soya, que ha crecido considerablemente en ese país, al punto que Paraguay se convirtió en el cuarto exportador de ese producto, según el presidente.
Incluso, aseguró que "el estancamiento de Argentina, su parálisis", a raíz del conflicto del Gobierno con el campo, "puede causar también daños al movimiento económico" de Paraguay, que "está en plena recuperación". (EFE)
