Pyongyang indicó que busca dejar atrás el incidente naval ocurrido días atrás.
Sostuvo que la buena disposición depende del gobierno de Seúl.
Corea del Norte manifestó su intención de trabajar para mejorar las relaciones con su vecino del Sur, en vísperas de la llegada este miércoles a Seúl del presidente estadounidense, Barack Obama.
"De aquí en adelante vamos a trabajar activamente para mejorar las relaciones entre Corea del Norte y el Sur", aseguró el diario norcoreano Rodong Sinmun, del Partido de los Trabajadores del país comunista.
El comentario norcoreano se produce un día antes de que Obama llegue a Seúl procedente de China, en el último tramo de su gira asiática, para abordar el problema nuclear norcoreano y las relaciones bilaterales entre EEUU y Corea del Sur.
La tensión entre Seúl y Pyongyang ha aumentado después del intercambio de disparos entre barcos militares de los dos países hace una semana en el Mar Occidental (Mar Amarillo), que causó la muerte a un marino norcoreano.
"Cuando una parte desconfía de su socio de diálogo y aumenta la confrontación e incluso se lleva a cabo una provocación militar, las relaciones Norte-Sur no se pueden normalizar", añade el rotativo en una aparente referencia al choque naval, el primero entre los dos países desde 2002.
"De una situación de hostilidad mutua y creciente tensión militar, solo puede salir una guerra", agrega.
Para Rodong Sinmun, uno de los principales medios de transmisión de las opiniones del régimen comunista, la mejora de las relaciones bilaterales depende "enteramente de las autoridades surcoreanas".
Esta mejora, añade, es una "tarea primordial" y una "necesidad urgente" en beneficio de la población de ambos países, que se encuentran técnicamente en guerra desde de terminó la guerra de Corea en 1953 con un armisticio, en lugar de un tratado de paz.
