Bush buscará en ONU duras sanciones para Corea del Norte
La idea del mandatario es que el Consejo de Seguridad apruebe una resolución que obligue a Pyongyang a "respetar sus compromisos internacionales contra la proliferación nuclear".
La idea del mandatario es que el Consejo de Seguridad apruebe una resolución que obligue a Pyongyang a "respetar sus compromisos internacionales contra la proliferación nuclear".
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afirmó que buscará la imposición de duras sanciones contra Corea del Norte, pero insistió en que no contempla la vía militar para castigar a Pyongyang luego que ese régimen anunciara la realización de una prueba nuclear el pasado lunes.
En una rueda de prensa en la Rosaleda de la Casa Blanca, Bush dijo que buscará con el resto de los países miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) la aprobación de una resolución que obligue a Norcorea a "respetar sus compromisos internacionales contra la proliferación nuclear".
Estados Unidos, insistió, "no tiene intenciones de atacar" al régimen de Kim Jong-il y permanece "comprometido con la vía diplomática".
Sin embargo, matizó que Washington también "se reserva todas las opciones para defender a nuestros amigos en la región", por lo que ha prometido ampliar su cooperación militar con los aliados.
Esta cooperación, explicó el presidente, incluye el refuerzo de las defensas contra misiles balísticos en la región y una mayor presión para impedir que Corea del Norte pueda importar tecnología nuclear y de misiles.
Bush descartó celebrar conversaciones bilaterales con Pyongyang, una estrategia, que según él, "no funciona".
El presidente estadounidense recordó que el gobierno de su predecesor, Bill Clinton, ya llegó a un acuerdo con Corea del Norte en 1994 para que ese país pusiera fin a sus actividades nucleares, sin más resultado que encontrar, con la llegada de la administración republicana, que ese país mantenía su programa atómico.
"Es la intransigencia del líder norcoreano, Kim Jong-il, lo que ha llevado a esta situación actual", sostuvo Bush, quien rechazó así las críticas a su política sobre Corea del Norte por parte de la oposición demócrata, que lo acusa de no haber prestado atención a la crisis.
El presidente estadounidense también aludió a la situación en Irak, donde admitió que "los tiempos son duros, no hay duda".
Sin embargo, reiteró que Estados Unidos se mantendrá en el país árabe el tiempo que sea necesario: "darse a la fuga no funcionaría", insistió. (EFE)