La mujer recibió una condena por sus hechos.
Una mujer de Reino Unido realizó una venganza contra el spa The Potting Shed tras haber sido despedida en su segundo día de trabajo, por presuntas conductas indebidas.
La historia se remonta a 2019, cuando la recepcionista, Lauren Arafat, "se comportó de forma errática y hubo una serie de problemas que dieron lugar a que la propietaria iniciara una reunión de personal y luego resolviera echarla", según señaló la fiscalía.
Como respuesta, la joven de 30 años ideó un plan para vengarse que consistió en conectar su celular al sistema interno del spa, haciéndose pasar por otro empleado, para borrar 211 citas programadas de clientes.
La acción produjo el cierre del local durante dos días, en los que la propietaria, Sam Pearce, debió averiguar las citas que se perdieron y llamar por teléfono a los clientes afectados para reagendar las suyas.
Sin embargo, pese a los esfuerzos de mantenerlo a flote, al tiempo después el emprendimiento cerró sus puertas definitivamente, cuestión que Pearce atribuyó a la "sofisticada venganza" de su exempleada pero que no pudo ser comprobado por las autoridades.
Según informan medios locales, en el juicio realizado por el tribunal Leeds Crown Court, la joven se declaró culpable en virtud de la Ley "Computer Misuse Act" que establece el uso indebido de computadoras en actos no autorizados, con la intención de perjudicar el funcionamiento de un dispositivo.
Finalmente, el pasado 11 de mayo las autoridades sentenciaron a la mujer a 250 horas de trabajo comunitario sin remuneración y a 15 días de "actividades de rehabilitación".
