Tony Blair lamentó las pérdidas militares en el país islámico para derrocar al régimen de Sadam Husein, aunque justificó la situación en pro de la democracia.
El primer ministro británico, el laborista Tony Blair, calificó de "tragedia" la muerte de "tantos" soldados en Irak, aunque volvió a subrayar que la decisión de ir a la guerra fue "lo correcto".
"No se me ocurre una mejor causa que ayudar a gente que quiere ser democrática y libre", dijo Blair para justificar el conflicto, en una entrevista con la cadena Sky News con motivo del cuarto aniversario de la invasión liderada por Estados Unidos.
"Los soldados británicos y estadounidenses -señaló- han hecho un trabajo extraordinario en Irak, y han hecho sacrificios muy grandes".
"Es una tragedia -prosiguió- que tantos (soldados) hayan perdido la vida, pero no la han perdido porque hayan hecho algo erróneo en Irak. Hemos intentado hacer lo correcto".
Una vez más, el primer ministro volvió a negarse a pedir disculpas por la muerte de militares en el país mesopotámico como consecuencia del ataque que derrocó al fallecido dictador iraquí Sadam Husein, del que se cumplirán cuatro años la semana próxima.
"No puedo decir algo que no creo y no creo que librarse de Sadam fuera lo incorrecto", apuntó el jefe de Gobierno, quien aseguró "no lamentar" su estrecha alianza con Estados Unidos.
Con todo, Blair, a quien la guerra le ha costado una importante pérdida de popularidad y la "rebelión" de numerosos diputados laboristas, reconoció que "la situación es muy difícil" en Irak.
El primer ministro, sin embargo, atribuyó la violencia que azota al país árabe a la ofensiva de los terroristas e insurgentes: "Nosotros -explicó- no somos quienes empeoramos las cosas, son ellos (los terroristas)".
Cerca de 133 soldados británicos y unos 3.200 estadounidenses han perecido en Irak desde la invasión anglo-norteamericana lanzada el 20 de marzo de 2003.
El pasado mes, el primer ministro laborista anunció ante el Parlamento la retirada de unos 1.600 soldados del sur de Irak en los próximos meses, con lo que la presencia militar británica se reducirá hasta unos 5.500 uniformados.
Actualmente, el Reino Unido cuenta en ese país con unos 7.100 militares, la mayoría concentrados en la provincia meridional de Basora. (EFE)
