Flota rusa hace una parada en el Mediterráneo antes de llegar a Venezuela

Una escuadra de la Flota del Norte rusa cruzó este domingo el estrecho de Gibraltar y entró en el mar Mediterráneo, donde efectuará maniobras antes de dirigirse al Caribe para realizar ejercicios con Venezuela, informó la Armada de Rusia.

El portavoz de la Armada, Ígor Digalo, señaló que los buques rusos efectuarán maniobras de entrenamiento en diversos sectores del Mediterráneo y también visitarán los puertos de varios países ribereños, entre ellos el de la capital libia, Trípoli.

La escuadra, que zarpó el 22 de septiembre de Severomorsk, base en el norte de Rusia, está integrada por el crucero atómico "Piotr Veliki" (Pedro el Grande), la fragata cazasubmarinos "Almirante Chabanenko" y buques de apoyo, y cumple una misión según las normas que rigen su empleo en tiempos de paz, señaló Digalo.

Tras realizar en el Mediterráneo todas las tareas encomendadas, la escuadra de la Flota del Norte cruzará el Atlántico para llegar en las fechas previstas a Venezuela y realizar maniobras navales conjuntas, añadió en declaraciones a la agencia RIA-Nóvosti.

La decisión de efectuar esos ejercicios conjuntos fue adoptada en Moscú el pasado mes de julio durante las conversaciones celebradas por los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev, y de Venezuela, Hugo Chávez.

Las maniobras navales conjuntas ruso-venezolanas tendrán lugar en aguas del Caribe entre el 10 y el 14 de noviembre próximo.

Los buques sólo realizarán misiones de salvamento en alta mar, aseguran.

Según la Armada rusa, los buques de los dos países realizarán ejercicios de búsqueda y salvamento en el mar, así como pruebas de telecomunicaciones.

"Los ejercicios navales conjuntos de Rusia y Venezuela no apuntan contra terceros países y no tienen ninguna carga de agresividad", dijo la semana pasada Digalo, quien resaltó que "no hay que buscar trasfondo político" a esas maniobras.

El portavoz agregó que los ejercicios en las aguas del Caribe "son similares a los que hace la Armada de Rusia con las fuerzas navales de otros países".

A mediados de septiembre pasado, dos bombarderos estratégicos rusos Tu-160 regresaron de Caracas, tras más de una semana de permanencia en territorio venezolano, desde donde efectuaron varias misiones de vuelo.

Chávez, cuyo país se ha convertido en el principal cliente de la industria armamentística rusa en América Latina, visitó Rusia a finales de septiembre en el que fue su tercer viaje a este país en menos de dos años.

Según los analistas rusos, tanto el aterrizaje de los aviones estratégicos en Venezuela como las maniobras navales conjuntas son una respuesta tanto al acercamiento de la OTAN a sus  fronteras como al despliegue de elementos del escudo antimisiles estadounidense en Polonia y la República Checa.

Ambos proyectos son considerados por el Kremlin una "amenaza directa" para su seguridad.