Fueron sustraídas en la ciudad de Kazán y están avaluadas en el equivalente a unos 1.500 millones de pesos chilenos.
El autor del robo y del entierro fue un colombiano que confesó tras ser extraditado.
Luego de una impresionante operación desarrollada en Kazán, Rusia, la policía encontró una colección de joyas robadas que estaba enterrada en un bosque.
La historia comenzó en julio de 2018, cuando en Rusia se estaba llevando a cabo la Copa Mundial de fútbol, y un ciudadano colombiano identificado como Edgar Alejandro Valero se encontraba de visita en la ciudad de Kazán.
Según consignó Russia Today (RT), mientras la tienda "Seven Diamonds" se preparaba para enviar un encargo de bisutería para una exposición, el sujeto robó una maleta llena de diamantes que estaba evaluada en 160 millones de rublos (2,1 millones de dólares o 1.500 millones de pesos chilenos).
Análisis biológicos y grabaciones
La desaparición de la maleta fue advertida inmediatamente y comenzó la investigación. Gracias a análisis biológicos y a grabaciones de una cámara de seguridad, se pudo identificar al sujeto involucrado.
La emisión de una orden de captura internacional por parte de las autoridades rusas permitió solicitar una extradición posteriormente. La detención de Valero se efectuó en septiembre de 2019, en Argentina; y fue extraditado recién en marzo de 2021.
Luego de llegar a la capital rusa en abril pasado, Valero fue trasladado a la ciudad de Kazán, donde, finalmente, confesó que había robado y enterrado las joyas en un bosque local, pero no indicó la localización exacta.
El hallazgo
Luego de la confesión, la policía local realizó un amplio operativo, en el que excavó durante semanas enormes áreas forestales. Tras un arduo trabajo con detectores de metales, además del testimonio del ladrón, los funcionarios policiales encontraron cuatro bolsas llenas de joyas, en su mayoría anillos de diamantes.
"Las joyas confiscadas se entregarán al propietario legítimo", manifestó la representante oficial de Ministerio del Interior de Rusia, Irina Volk.
