Dos monjas de claustro se encadenaron ante el Vaticano como protesta
Las carmelitas reclaman que tras abandonar el convento en 2005, no las dejaron regresar acusadas de una serie de irregularidades que consideraron "injustas".
Las carmelitas reclaman que tras abandonar el convento en 2005, no las dejaron regresar acusadas de una serie de irregularidades que consideraron "injustas".
Dos ancianas monjas de claustro carmelitas se encadenaron este domingo a un farol a pocos metros del Vaticano para protestar, pues consideran que, hace unos años, fueron expulsadas injustamente de su convento.
Albina Locantore, de 73 años, durante un tiempo superiora del monasterio de Santa María del Carmine di Camerino (este), y Teresa Izzi, de 79, permanecieron sentadas en unas sillas y encadenadas a un farol con varios carteles en los que explicaban su problema.
"Santidad, nos han expulsado y denunciado. ¡Verguenza!", señalaba uno de los carteles que las monjas de clausura, vestidas con sus hábitos, sostenían en sus manos.
Según el relato de las religiosas, ambas abandonaron el convento en 2005 por motivos de salud y con las pertinentes autorizaciones, pero al regreso no fueron aceptadas por una serie de acusaciones que consideran injustas.
En otra de las pancartas que sostenían las religiosas estaba escrito: "Santidad, no somos ni prostitutas, ni violentas, ni ladronas, ni enfermas mentales".
En la base del problema estaría una inspección eclesiástica al convento, en 2005, que habría puesto de manifiesto varias irregularidades, entre ellas la presencia de un hombre, que ayudaba a las religiosas, todas de avanzada edad.
Sin embargo, en la inspección también se descubrió que faltaba dinero, por lo que la fiscalía de la ciudad abrió una investigación y mandó al hombre a juicio. (EFE)