El párroco en cuestión, Terence Goodall, fue excomulgado y condenado.
Se le acusó de abusar sexualmente en 1982 de Anthony Jones.
La víctima tenía 28 años en esa época y denunció los hechos veinte años más tarde.
La Iglesia Católica en Australia decidió reabrir el polémico caso de un sacerdote acusado de abusos sexuales cometidos hace 25 años cuando faltan cuatro días para la llegada al país del Papa Benedicto XVI.
El arzobispo de Sydney, el cardenal George Pell, indicó en un comunicado que una comisión independiente investigará el caso, que ha vuelto a salir a la luz pública tras unas conversaciones telefónicas difundidas esta semana por la televisión estatal ABC.
El sacerdote en cuestión, Terence Goodall, fue excomulgado y condenado por abusar sexualmente en 1982 de Anthony Jones, que entonces tenía 28 años y denunció los hechos veinte años más tarde.
La conversación telefónica muestra que el párroco violó a Jones y no fueron relaciones consentidas, como quedó reflejado en la sentencia contra Goodall, quien no tuvo que ingresar en prisión.
Además, según las últimas revelaciones, el cardenal tenía conocimiento de que el párroco Goodall también había abusado de una joven de 16 años, hecho proposiciones deshonestas a dos seminaristas, invitado a monaguillos a bañarse desnudos y tuvo relaciones sexuales consensuadas con otro hombre.
En la conversación telefónica con Jones, el sacerdote le pide perdón por haberle forzado a mantener relaciones sexuales y niega haber defendido que las relaciones sexuales entre ambos hubieran sido consentidas.
"Estas declaraciones de Goodall ponen, por supuesto, mi decisión sobre este asunto particular bajo una luz completamente distinta", señaló Pell esta semana.
El comunicado emitido por al Iglesia Católica explica que la comisión estudiará los nuevos casos de abusos, así como el hecho de que las relaciones sexuales entre Goodall y Jones fueron forzadas y no consentidas.
La comisión, presidida por el juez retirado del Tribunal Supremo de Nueva Gales del Sur, Bill Priestley, estará compuesta por un grupo de personas prominentes del campo legal, empresarial, de la psiquiatría y un sacerdote.
Tras unos documentos hechos públicos por %i%ABC%i%, el cardenal Pell admitió que aconsejó a Jones que abandonase las acusaciones contra el sacerdote que abusó de él, a pesar de que una comisión eclesiástica recomendaba lo contrario.
Un portavoz de Pell aseguró que Goodall fue excomulgado en 2003 y condenado por acoso sexual en 2005, aunque continuó trabajando en su parroquia hasta 2004.
