Según el vocero vaticano, el Papa sólo invitó a comer a sus asesores más cercanos para celebrar el día de su nacimiento, calificado como normal en la agenda del jefe de la Iglesia Católica.
Juan Pablo II celebró trabajando su cumpleaños 84, como en un día cualquiera, "y sobre todo dando gracias a Dios", según afirmó el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, quien precisó que la única excepción de la jornada fue que el Papa invitó a comer a sus más estrechos colaboradores.
Además, fue editado el libro "Levantaos!, vamos!", en el que cuenta de manera autobiográfica su experiencia como obispo de Cracovia. Es una obra de recuerdos y reflexiones, que comienza cuando el que fuera primado de la Iglesia Católica polaca, el cardenal Stefan Wyszynski, le comunicó su nombramiento como prelado.
Se trata del cuarto libro del papa Wojtyla, que ya en 1994 publicó "Cruzando el umbral de la esperanza" y en 1996 "Dono y misterio". El año pasado también se publicó el libro de poesías "Tríptico romano", en el que el Papa medita sobre la vida y la muerte.
"Para el Pontífice la jornada de hoy (martes) es una más de trabajo y sobre todo de agradecimiento a Dios por el don de la vida. No hay prevista celebraciones públicas en el Vaticano y la única particularidad de la jornada es que el Santo Padre ha invitado a comer a sus más estrechos colaboradores de la Curia", manifestó Navarro.
Desde todas las partes del mundo llegaron felicitaciones al Pontífice: Jefes de Estado y de Gobierno, personalidades del mundo eclesiástico, de la política, de la economía y del arte enviaron sus felicitaciones de cumpleaños.
Al Vaticano también llegaron -precisó Navarro- las felicitaciones de miles de personas comunes y corrientes de todo el mundo, que han querido testimoniar al Papa su afecto y gratitud.
En esta jornada, Juan Pablo II recibió al primer ministro portugués, José Manuel Durao Barroso, que acudió al Vaticano para la firma del nuevo concordato entre Portugal y la Santa Sede, y al presidente polaco, Aleksander Kwasniewski, y a su esposa.
También recibió en audiencia a los participantes en la asamblea plenaria del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes, a un grupo de obispos de Estados Unidos en visita "ad limina", la que están obligados a realizar los prelados de todo el mundo al Papa cada cinco años.
Asimismo, también recibió a los prelados polacos Mariam Golebiewski (arzobispo de Wroclaw) e Ignacy Dec (obispo de Swidnica).
La única "señal" en Vaticano de que es un día diferente es que en todos los edificios ondeará la bandera blanca y amarilla de la Santa Sede. Para felicitar al Papa, alpinistas italianos colocaron banderas en las cimas de 150 montañas, esparcidas por todo el país, desde los norteños Alpes hasta el sureño y siciliano Etna.
Juan Pablo llega a los 84 años con la salud estabilizada y, dentro de las limitaciones marcadas por la edad y las enfermedades que padece, tiene la voz clara y fuerte y sigue con una agenda repleta de actividades. Sigue dispuesto a seguir con sus viajes por el mundo y así los próximos 5 y 6 de junio irá a Suiza para reunirse en Berna con los jóvenes suizos y en agosto se le espera en Lourdes, Francia. (EFE)
