Problemas en baños, salas de clases y hasta plagas de insectos son parte de las "condiciones indignas" que denuncia la comunidad educativa del Colegio San Juan Diego de Recoleta, y que han provocado una paralización de clases que iniciará su tercera semana.
El establecimiento particular subvencionado, a cargo de la Fundación Mano Amiga, presenta una serie de fallas en sus instalaciones que impide el normal desarrollo de las jornadas escolares, según expone el Colegio de Profesoras y Profesores de la Región Metropolitana.
Entre los inconvenientes principales que detallan están las pésimas condiciones de los baños, no tener la presión de agua requerida, pizarras con instalaciones deficientes a punto de caer, sillas descuadradas con riesgo de caídas, una plaga de insectos y un casino habilitado al aire libre cuyo techo es una malla raschel.
La comunidad educativa, integrada por alumnos, apoderados y docentes, acusa que desde que se iniciaron las clases presenciales en marzo pasado, le hicieron ver a la dirección las condiciones en que se encontraba el establecimiento. De acuerdo a la gremial, la respuesta de la dirección es que no es su responsabilidad ver las reparaciones necesarias, sino del sostenedor.
Ante esta situación, el alumnado entre séptimo básico y cuarto medio -cerca de 700 estudiantes- decidieron ir a paro, que el lunes afrontará su tercera semana aún sin soluciones, detalló la gremial.
RESPALDO DEL COLEGIO DE PROFESORES
El presidente del Colegio de Profesoras y Profesores Metropolitano, Mario Aguilar, respaldó la paralización, asegurando que las demandas son de toda justicia.
"Ellos se manifiestan para tener dignidad, respeto, un trato mínimo. Respaldamos absolutamente el derecho de las comunidades educativas de movilizarse para exigir y conseguir las condiciones mínimas requeridas", puntualizó el ex líder nacional del Magisterio.
Por su parte, la profesora miembro del consejo escolar Carolina Lillo explicó que el cuerpo docente, a comienzos de marzo, presentó un petitorio a la dirección del establecimiento "porque, a simple vista, se notaba que en los dos años de pandemia el colegio estuvo totalmente abandonado, sin ninguna mantención, pero no nos escucharon".
La docente afirmó que han recurrido a otras instancias, como la Municipalidad de Recoleta y la Superintendencia de Educación, pero que hasta el momento no han tenido ninguna respuesta ni menos solución.
