Un estudio realizado en 1973 es destacado en el análisis que citó el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, al defender su anuncio de reanudar el uso de bombas lacrimógenas por parte de Carabineros, tres días después de suspender su utilización.
Durante la tarde, el secretario de Estado respondió por medio de Twitter a las críticas surgidas por la "voltereta" del Ejecutivo en la materia.
"Que lastima opiniones de prof sin fundamento. Recibí y estudie muchos informes, p. ej OMS, FAS, MINSAL, +rigor!!. estudié mucho.info OMS, FAS, MINSAL, pedí certif. al fabricante,etc.ante la duda, protegí ciudadanos suspendiendo", indicó el ministro.
Antes, para argumentar su decisión, afirmó que "a lo mejor otros necesitan más tiempo, aquí hemos trabajado duro e intensamente durante cerca de cinco días, porque esta polémica surgió la semana pasada e inmediatamente empezamos a hacer los análisis".
"Me parece que cinco días para recabar la información internacional, efectuar un estudio en el Minsal y tener contacto con actores relevantes en esta materia es un plazo en el que este Gobierno esta perfectamente capacitado para adoptar conclusiones", señaló.
El informeMás tarde, el ministro Hinzpeter subió a la página del Ministerio del Interior el informe según el cual se basó para levantar la suspensión de los gases lacrimógenos, realizado por el Instituto de Salud Pública.
El citado análisis señala que "dentro de los artículos revisados, un estudio realizado en 1973 mostró que el gas lacrimógeno CS no causó ningún daño durante el embarazo en varios estudios con animales. Este estudio también menciona que no se observaron efectos teratogénicos asociados con la exposición a CS durante el embarazo. Incluso cuando se inyecta por vía intraperitoneal".
Sin embargo, también manifiesta que "existen algunos informes de insuficiente calidad (...) que muestran aumento del riesgo de abortos involuntarios debido a exposición directa de gas lacrimógeno durante el embarazo, en la guerra del Medio Oriente".
También el informe alude al experto Andrei Tchernitchin, quien alertó en la semana sobre los riesgos abortivos de los gases.
"Con respecto a la información publicada en los medios de comunicación que hacen mención a estudios realizados por el Dr. Andrei Tchernichen (sic) se analizó la evidencia expuesta por este profesional sin encontrarse estudios experimentales publicados, realizados en seres humanos o animales, que permitan demostrar una asociación causal entre CS y abortos en mujeres expuestas".