La analista política de la Universidad Alberto Hurtado, Federica Sánchez, reflexionó que en el primer año de Gobierno de Gabriel Boric, la "falta de experiencia en su momento y la necesidad de cubrir la mayor cantidad de cargos con cuadros propios" provocó que el equilibrio de las fuerzas de partidos estuviese cargado hacia Apruebo Dignidad.
La académica destacó, en el marco del cambio de gabinete, que "no es fácil convertirse en Gobierno" sin tener una experiencia previa en términos del tiempo y de cuadros políticos con experiencia en la administración del Estado, sumado a todos los puestos y "muchas dimensiones" que se deben cubrir al administrar un Estado.
En ese sentido, Sánchez opinó en El Diario de Cooperativa que "la falta de experiencia en su momento, pero también la emoción y necesidad de cubrir la mayor cantidad de esos cargos de gobierno con cuadros propios, hizo que se priorizaran ciertas personalidades, que el equilibrio en términos de fuerza partidarias estuviese inclinado sobre los partidos de Apruebo Dignidad, sobre las personas con más confianza del Presidente, y por eso el año pasado teníamos un gabinete con ciertas características".
La analista señaló que ahora, con el ajuste ministerial realizado por el Presidente, "habrá que ver cómo se da la relación entre esas fuerzas (Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático) dentro del gabinete, y si eso es proyectable a futuro dependerá de cómo funcione la gestión".
MIRADA FEMINISTA DE POLÍTICA EXTERIOR ES LÍNEA DEL GOBIERNO Y NO LA IMPRONTA DEL CANCILLER
Respecto a la decisión tomada por el Mandatario, la académica sostuvo que los cambios realizados fueron "respondiendo a una necesidad de mejorar la gestión y profundizar la necesidad de experiencia. Había cargos que era necesario tocar sí o sí, como el de la canciller, donde claramente eligió en este momento un perfil totalmente diferente".
Así, sobre la mirada para la política exterior que hasta ahora había primado en la Cancillería, Sánchez apuntó que "pedirle al nuevo canciller (Alberto van Klaveren) que tenga una mirada feminista tal como la tenía la canciller anterior (Antonia Urrejola) creo que es un poco anacrónico, él también tiene una mirada propia que viene de una generación y una experiencia política personal".
"La mirada feminista de la política de exterior no es la impronta del canciller, sino que es la línea del Gobierno la que quiere una política exterior feminista, así como quiere que la visión de género atraviese todos sus ministerios, o administraciones y gestión. El canciller supongo que tendrá que adaptarla lo mejor posible o en la medida que pueda", recalcó.
