Las mujeres no cumplieron con las normas para amarrar adecuadamente al menor a su cuna para evitar accidentes.
El niño murió en septiembre de 2004 por asfixia tras aplastar la zona cervical contra los barrotes de su cama.
El tribunal oral en lo penal de La Serena determinó que las auxiliares paramédicos Ema Rivera Díaz y Karen Bruna Fuentes del Hospital San Pablo de Coquimbo tuvieron responsabilidad en el fallecimiento de un lactante hospitalizado en septiembre 2004.
De esta forma, el tribunal acogió las pruebas presentadas por la fiscalía en torno a la responsabilidad del menor de dos meses que ingresó al hospital el 9 de septiembre de ese año por un cuadro de bronconeumonía, por lo que fue internado en el servicio de pediatría.
El 13 del mismo mes, cuando el lactante se encontraba en su cama, fue amarrado de forma ineficiente con un método de contención inadecuada y sin la vigilancia necesaria.
Bajo este escenario, el menor se movió hace un costado de la cama comprimiendo la zona cervical con la baranda de la cuna lo que provocó que muriera por asfixia.
El tribunal decidirá este martes la pena a la que serán condenadas las auxiliares, que a petición de la fiscalía podría llegar a 541 días de presidio.
