Martín Andrés Pailaqueo Molina, junto a un menor de edad, acuchilló al chofer, para quitarle su vehículo.
El delincuente Martín Andrés Pailaqueo Molina fue condenado a la pena de presidio perpetuo simple por el Tribunal Oral de Viña del Mar, en calidad de autor del delito consumado de robo con homicidio, cuya víctima fue un conductor de la aplicación Uber.
Además, el sentenciado purgará penas accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos por el tiempo de la vida del penado; además la sujeción a la vigilancia de la autoridad por el plazo de 5 años, una vez cumplida la pena principal.
En fallo unánime, el tribunal integrado por los magistrados Mónica López (presidenta), Fernán Rioseco y Andrea Santander (redactora) además sancionó al acusado adolescente M.A.T.F. a 7 años de internación en régimen cerrado con programas de reinserción social, como coautor del delito.
El tribunal dio por "acreditado, más allá de toda duda razonable, que cerca de las 21:20 horas del 22 de abril de 2023, la víctima, Pablo Oestreicher Raddatz, quien se desempeñaba como conductor de la aplicación Uber, recibió una solicitud de traslado desde la calle Pablo Neruda y hasta Patrullero Lautaro, en la población Glorias Navales de la comuna de Viña del Mar. En el lugar acordado, recogió como pasajeros a Martín Andrés Pailaqueo Molina y al adolescente M.A.T.F".
El Poder Judicial agregó que "al llegar a la intersección de las calles Patrullero Lautaro con Patrullero Lientur, en el sector de Glorias Navales, los acusados atacaron a Oestreicher, usando para ello armas cortopunzantes e hiriéndolo en diferentes partes del cuerpo, con el objetivo de sustraer el vehículo, expulsándolo del mismo para luego la víctima colgarse de una de sus ventanas, siendo arrastrado unos metros y cayendo al suelo, aprovechando los imputados para huir con el vehículo en su poder".
"A consecuencia de la agresión, la víctima falleció en el lugar debido a un shock hemorrágico agudo, provocado por las múltiples heridas que le infligieron los condenados", agrega el tribunal.
La pena de presidio perpetuo simple implica que el condenado debe pasar el resto de su vida en la cárcel, pero puede postular a una eventual libertad condicional tras cumplir 20 años de condena.
No obstante, la posibilidad de optar a un beneficio penitenciario no implica que el condenado lo vaya a recibir, ya que debe cumplir con las condiciones fijadas por la ley y su solicitud puede ser rechazada.
